Una ópera de amor y odio y de heroísmo y venganza, que narra la historia de amor entre Leonora, dama de honor de la reina de Aragón y su trovador, Manrico. Ese es el leit motiv de "Il Trovatore", de Giuseppe Verdi, una ópera clásica que sube a escena hoy, a las 19, y el próximo sábado, a las 20.30, en el teatro El Círculo (Laprida y Mendoza).
La obra, que forma parte de la temporada lírica de la Asociación Cultura el Circulo y la Opera de Rosario cuenta con un elenco de primeras figuras internacionales: el tenor chileno, José Azocar, la soprano japonesa, Eiko Senda, la mezzosoprano Anabella Carnevali, el barítono Leonardo Estevez y el bajo Mario De Salvo. Además, forma parte de esta puesta David Del Pino Klinge, quien dirige la Orquesta Sinfónica Provincial de Rosario. El director de escena es Pablo Maritano, uno de los nombres mas importantes de Argentina, y con merecida fama internacional, mientras que Horacio Castillo dirige el Coro de la Opera de Rosario.
"Il Trovatore", se estreno por primera vez en el teatro Apollo de Roma en 1853, y desde allí se posicionó en el repertorio como una de las óperas de Giuseppe Verdi más amadas por el público ya que es directa, llena de momentos musicales, coros de ritmos trepidantes, arias y escenas de conjunto con golpes emotivos y virtuosismo lírico.
Antes del estreno, el director Pablo Maritano dialogó con Escenario acerca de cómo se realiza la adaptación de esta ópera al público actual de los detalles que la transforman en un clásico.
—¿Cómo se traduce para el público actual este drama que rebosa de venganza, amor y muerte?
—Yo no lo encuentro absurdo, hay que entender que el trovador habla sobre la locura, un mundo de subjetividades donde impera lo irracional. Cada personaje está sometido a su mundo de locura y en realidad el cuarteto protagónico tiene su eje de irracionalidad por la que es perseguido, quiero decir que cada uno de los cuatro personajes habla desde un lugar muy concreto que de absurdo no tiene nada. Hay que entender esta obra desde una perspectiva de lo irracional, que no es ilógico, es irracional que es otra cosa. Además partamos de la base, que toda ópera es un evento poético con lo cual está relacionado con la subjetividad de la experiencia humana, esa subjetividad no cambia.
—¿Qué puede decir sobre la puesta en escena preparada para esta producción?
—La puesta toma muchos elementos del teatro del Siglo de Oro español y explora el concepto de melodrama. Por otro lado hay un vestuario renacentista de volumetrías muy exagerado que hace eco de la locura de cada personaje. El vestuario tiene como responsable a Ramiro Sorrequieta, hay escenografía de Daniela Taiana, que es rosarina, pero que debuta en Rosario con esta ópera y las luces las hacemos con Esteban Ivanec. Además, estamos trabajando en el escenario con Mercedes Marmorek, que también es una asidua visitante de Rosario.
"Es una ópera colosal, un gran desafío"
El director musical de esta producción es el maestro David Del Pino Klinge, quien aseguró que en esta ópera "hay menos trabajo de acompañamiento y más trabajo protagonista en las diferentes filas de la orquesta".
La partitura del "Il Trovatore", forma parte de "La trilogía popular" de Verdi, entre las que están además, "Rigoletto" y "La Traviata". "Todos los instrumentos de maderas de cuerda están involucrados en presentar estas ideas y en sonar al unísono con la voz. Esto siempre es un desafío, dado que tenemos que acompañar las respiraciones y articulaciones de cada cantante como si la orquesta fuera una voz más. Esto es muy complejo porque estamos hablando de filas grandes, los cellos, los primeros violines, además de las maderas", detalló Del Pino con respecto a la problemática que le significa a la orquesta, una partitura con tanta riqueza lírica y melodramática.
En relación a la respuesta del público rosarino, el director sostuvo: "Me siento muy feliz de estar dirigiendo esta puesta. El concepto que Pablo Maritano tiene del "Il Trovatore", es magnifico y los cantantes captan este sentido y se están comprometiendo con las luces y sombras de estos personajes, esto da mucho trabajo pero también mucha alegría. La opera dura dos horas y media, es una ópera colosal pero al mismo tiempo, la variedad en las melodías de Verdi, hace que el tiempo se pase volando".