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En el subsuelo del Teatro Real con “La errante: una Madre Coraje”
Entre las propuestas que formaron parte de la segunda jornada del Festival Internacional de Teatro Córdoba Mercosur, La Capital asistió al Teatro Real a una de las coproducciones más destacadas de esta edición: "La errante: una Madre Coraje", una obra nacida del cruce entre Italia y Córdoba, con el sello de la Comedia Cordobesa y el Instituto Italiano de Cultura.
La función, de una hora de duración, convocó a un público numeroso. La sala, ubicada en el subsuelo del Teatro Real, estaba colmada con una asistencia que superó la capacidad esperada, incluso fue necesario sumar sillas improvisadas para que todos pudieran presenciar la puesta, alcanzando cerca de sesenta espectadores en la penumbra.
En la oscuridad inicial, la actriz Lucía Nocioni ya estaba en escena. Sentada, en silencio, apenas acompañada por su carro de vendedora ambulante y una silla en el centro, comenzaba el recorrido de Anna Fierling, la Madre Coraje de Brecht.
La obra propone una relectura contemporánea de este clásico: una mujer sobreviviente, errante, latinoamericana, que comparte con cada espectador temas actuales como la guerra, la maternidad, el comercio, la supervivencia.
La errante está habitada por esa Madre Coraje que emerge de la oscuridad del escenario para construir una relación íntima y directa con cada espectador. Por momentos, da la sensación de que la actriz le habla solo a uno, que el espacio se achica hasta convertirse en una conversación personal.
En un punto clave de la obra, Nocioni deja atrás a su personaje: se quita el vestuario y como actriz, se detiene a juzgarlo, contradecirlo y desarmarlo. La intérprete abandona momentáneamente a la Madre Coraje para convertirse en la mujer que la habita, borrando los límites entre ficción y realidad, y transformando el teatro en un espacio de reflexión.
Con pocos elementos y una entrega absoluta, "La errante: una Madre Coraje" logra lo que el teatro mejor sabe hacer: volver presente lo que duele, lo que persiste, interpelar a través de preguntas y tocar las fibras más sensibles del público para reflexionar acerca del dolor humano.
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En el gran escenario del Teatro Real con “Tocar un monstruo”
Horas después de que se presentara una obra íntima en el subsuelo, el Teatro Real volvió a llenarse de público pero esta vez en su gran escenario principal. El domingo 5 de octubre, a las nueve de la noche, la sala recibió una de las funciones internacionales más esperadas del Festival Internacional de Teatro Córdoba Mercosur: “Tocar un monstruo”, una producción proveniente de Uruguay escrita por el dramaturgo Gabriel Calderón.
Mientras las butacas se llenaban y los espectadores se acomodaban, sobre el escenario había una simple estructura de madera, mínima pero suficiente para contener el universo de la obra. Con una duración de cien minutos, la pieza interpretada por Dahiana Méndez y Carla Moscatelli, desplegó una intensidad que atrapó al público incluso antes de comenzar.
Las actrices, vestidas con el mismo ambo violeta que las acompañaría durante toda la función, dieron la bienvenida y lanzaron una advertencia. “No es una obra dolorosa, pero sí fuerte”, dijeron mientras agradecían al festival y pedían que se apagaran los celulares. “Esta noche nos acercaremos a una criatura terrible. Esta noche intentaremos tocar un monstruo”, agregaron.
Tal como advirtieron, este medio fue testigo de una propuesta que combinó r crítica social, sensibilidad, reflexión y el acercamiento a los relatos mas monstruosos.
En aquella misma estructura de madera, la obra recorrió tiempos, espacios e instituciones que coexistieron: escuelas, cooperativas de vivienda, hoteles, guarderías. "Tocar un monstruo" viajó por la tierra, el río y el aire para intentar comprender el horror y contarlo, mientras las actrices interpretaban doce personajes distintos para narrar una misma historia.
La obra jugó con el tiempo y el espacio, con la idea de una misma institución replicada en distintos lugares y momentos, para interrogar acerca de qué significa ser testigo o cómplice del horror.
Un festival que tiende puentes
El Festival Internacional de Teatro Córdoba Mercosur nació con el sueño de conectar la escena local con el teatro del mundo. Desde su ncreación, se consolidó como uno de los encuentros escénicos más importantes de Iberoamérica: un espacio donde conviven lenguajes, generaciones y diversos territorios teniendo como horizonte la reflexión, la memoria y la celebración del hecho teatral.
En su 15ª edición, el Festival presenta propuestas que llegan desde Bolivia, Perú, Uruguay, Chile, Brasil, Colombia, Venezuela, México, España, Portugal, Italia, Francia, Ucrania y Georgia. A ellas se suman producciones de distintas provincias argentinas y de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Ahora bien, el Festival no se agota solo en sus escenarios. También abre un espacio de encuentro e intercambio profesional con programadores internacionales y en esta edicion ofrecerá talleres y conferencias a cargo de referentes nacionales e internacionales para sus asistentes.
Las propuestas nacionales
Dentro de la programación argentina, el Festival reúne obras que dialogan con la memoria colectiva, las identidades y las luchas sociales. Desde Santa Fe llega “Al Matadero”, una relectura del clásico de Esteban Echeverría, y “Flota. Rapsodia santafesina”, que revive la inundación de 2003.
Desde Río Negro se presentan: “Lucinda”, homenaje a una anciana mapuche asesinada que recupera voces históricamente silenciadas, y “Ante”, una indagación en lo íntimo como forma de resistencia.
También habrá producciones de fuerte carga política como “Seré” (CABA), que trae a escena la memoria del Juicio a las Juntas; “ReInA en el Gondo” (Buenos Aires), que pone en primer plano la vejez travesti-trans; y “Todos los comienzos son falsos” (Buenos Aires), donde el archivo se transforma en un cuerpo vivo.
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Las propuestas internacionales
La escena internacional del Festival se abre a otros territorios y memorias. Obras como “Filtro” (España-Uruguay) ponen en cuestión la justicia y el asilo político; “Yo duelo” que llega desde Chile, entrelaza dolor personal y la memoria de la dictadura; “Azira’i”, que desembarca desde Brasil, rescata la espiritualidad indígena; mientras que “Espectro” (Colombia) y “Tocar un monstruo”(Uruguay) exploran la desaparición y lo monstruoso de la violencia.
“Wajtacha” (España-Bolivia) revive la cosmovisión minera del altiplano, “El niño del Plomo” (Chile) conecta épica y sobrevivencia en la cordillera, y “Maratón de Nueva York” (Colombia) transforma el esfuerzo físico en poesía.
A su vez, propuestas como “Desde el Azul” (Perú), “Point” (Cataluña) y “Muances” (Francia) despliegan universos poéticos donde el cuerpo, la música y la imagen dialogan con lo humano.
Desde España llega “Tejedoras de abismos”, una obra que aborda el universo poético de Alejandra Pizarnik, y “Not My Monkeys”, desde Cataluña, plantea una crítica feroz al capitalismo y explora el dolor humano desde la poesía.
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Las coproducciones internacionales
Con el objetivo de atravesar y permitir el diálogo entre fronteras, en esta edición, el Festival llega con una serie de proyectos destacados de colaboración internacional. Entre ellos se destacan “Bestie” (Italia–Argentina), un viaje poético al corazón de la mafia siciliana; “She Speaks and Whatever” (Georgia–Argentina), donde la memoria de la infancia en contexto de guerra se convierte en archivo vivo para imaginar un país nuevo; y “Paisajes mínimos” (Chile–Portugal–Ucrania–Argentina), un programa de residencias artísticas que cruza arte y ciencia para investigar paisajes urbanos y naturales periféricos atravesados por transformaciones políticas, económicas, sociales y ambientales.
Con esta programación, el Festival cordobés busca reafiramar al teatro como un espacio de resistencia, transmisión y diálogo, capaz de tender puentes entre culturas y públicos.
Teatro en salas independientes
Cabe destacar que el Festival también contará con la participación de salas de teatro independiente. En específico, 10 en la ciudad de Córdoba (Sindicato de Maravillas, María Castaña, El Cuenco, La Cochera, Espacio Blick, Merlina Trinchera, Quinto Deva, Cirulaxia, Medida x Medida, La Parisina Casa de Arte) y 18 en localidades de la provincia (Centro Cultural Leonardo Favio, Cine Teatro Enrique Muiño, Cañito Cultural, La Colombina, La Nogalera, La Beba teatro, Teatro Alma Encantada, Teatro Español, La Panadería, Pico de Tinta, Refugio Libertad, La Brillante, Titiriseres, Centro Cultural Municipal Puglié, Teatro Cervantes, Teatrillo Adolfo Cometo, Cine Teatro Colón, Centro Cultural Espacio Abierto).