En Rosario una de cada tres personas empleadas se encuentra por debajo de la línea de pobreza. Es decir, no logran sostener los gastos mínimos de un hogar. Los ingresos en el Gran Rosario perdieron, en promedio, un cuarto de su poder adquisitivo en el último trimestre del año pasado respecto a 2017 y las remuneraciones de cuentapropistas y asalariados informales en términos reales llegaron al nivel más bajo de los últimos seis años.
Así lo advierte el último informe de la Fundación del Banco Municipal que analiza la situación del empleo en la región, en base a datos oficiales sobre los salarios de trabajadores del sector registrado, público y privado, y privado no registrado. El documento brinda un panorama del mercado laboral en el departamento Rosario, caracterizado por una merma en la cantidad de personas que buscan trabajo y las escasas oportunidades que ofrece el mercado.
Si bien el Instituto Nacional de Estadística y Censos aún no publicó el índice de salarios referido al Gran Rosario, a nivel nacional muestra que en el primer trimestre de 2024 los suelos acumularon una suba de 45,5%, mientras que la inflación en igual periodo ascendió a 51,6%.
El informe de la fundación advierte que por las bajas remuneraciones creció el número de ocupados por debajo de la línea de pobreza, es decir, que integran hogares que no logran adquirir la canasta básica total.
A fines de 2023, en el Gran Rosario, el 30 % de la población ocupada estaba por debajo de la línea de pobreza y no podían solventar la compra de alimentos y servicios para sostener un hogar formado por cuatro integrantes, dos adultos y dos menores de edad.
Este porcentaje de ocupados pobres, destaca el trabajo, se ubica al nivel de 2020, cuando la economía sufría las consecuencias de la paralización impuesta por la pandemia de coronavirus, y en los valores más altos de los últimos seis años.
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No a todos por igual
Comparando los últimos seis años, "se observa que la tasa de pobreza para la población y el total de ocupados aumentó hasta el último trimestre de 2020 y, aunque se contrajo en los años siguientes debido al rebote de la actividad económica pospandemia, volvió a crecer en 2023", destaca el informe.
Este mayor porcentaje de personas ocupadas que se encuentra por debajo de la líndea de pobreza se relaciona con el aumento en la tasa de pobreza de cuentapropistas y asalariados informales, que en su conjunto representan 44% del total de ocupados de la región.
De acuerdo al trabajo, "se observa un deterioro en los niveles de vida de los ocupados en los empleos de menor calidad, muchos de los cuales probablemente se sumaron al mercado laboral en los últimos años para complementar ingresos, a la par de que la fuerza laboral comienza a contraerse".
La otra cara del desempleo
La disminución de la oferta laboral, junto con los bajos salarios, especialmente en empleos de menor calidad, es el lado B de los últimos datos oficiales que muestran una caída de la desocupación en la región.
El informe del Bacno Municipal señala que "en el primer trimestre de 2024, los principales indicadores del mercado laboral del Aglomerado Gran Rosario mostraron una retracción de la población económicamente activa y de la ocupada, que conllevaron a una sorpresiva contracción de la cantidad de desempleados. No hubo creación de empleo, sino una salida de personas del mercado laboral".
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Aunque no se conoce específicamente quienes salieron del mercado, detalla el documento, un indicio de ello puede obtenerse de la reducción de la fuerza laboral durante el cuarto trimestre de 2023. Esta disminución se explicó mayormente por la salida de varones con bajo nivel educativo, especialmente jóvenes de 14 a 29 años. Este patrón etario se ha repetido en periodos anteriores en el departamento Rosario y en otros aglomerados como Gran Santa Fe y Gran Mendoza.
En resumen, concluye, aunque el mercado laboral del Gran Rosario no muestra un aumento del desempleo, esto no refleja una fortaleza en comparación con el nivel nacional. Esta situación se debe a una retracción de la fuerza laboral provocada por las escasas oportunidades que ofrece el mercado. La disminución de la oferta laboral, junto con los bajos salarios, especialmente en empleos de menor calidad, ha aumentado además el porcentaje de trabajadores que están por debajo de la línea de pobreza.