El peritaje de varios celulares secuestrados en agosto de 2022 permitió la localización de un hombre de 33 años sindicado como el presunto proveedor de armas de la banda liderada por el sindicado narco Julio “Peruano” Rodríguez Granthon, recientemente condenado a prisión perpetua por haber participado en la logística del crimen del ex concejal Eduardo Trasante, quien fue ejecutado dentro de su casa en Rosario el 14 de julio de 2020 por dos sicarios aún no localizados. Facundo Ezequiel S., de 33 años, fue detenido este jueves por orden de los fiscales Matías Scilabra, titular de Fiscalía Federal 2, y Martín Uriona de la Regional NEA de la Procunar. Fue capturado por efectivos de la Policía Federal (PFA) en una vivienda ubicada en Rondeau entre Marull y Gurruchaga, en barrio Sarmiento, zona norte.
Al momento de su aprehensión le fueron secuestrados un revólver calibre 38 Smith & Wesson, una pistola calibre 6.36 y dos celulares que fueron remitidos a peritaje. Este viernes por la mañana fue indagado por el juez Carlos Vera Barros, titular del Juzgado Federal 3. En principio se lo acusó como autor del delito de entrega o suministro de armas de fuego, agravado por su habitualidad.
En agosto de 2022 en una requisa aleatoria realizada en los pabellones del Complejo Penitenciario Federal I Ezeiza las fuerzas de seguridad lograron dar con un celular Samsung Galaxy J2 Core que había sido utilizado por Rodríguez Granthon entre el 6 y el 12 de julio de 2022. El contenido de ese celular sirvió para varios integrantes de la banda fueran detenidos. En julio de 2023 fue el turno de Facundo “Jirafa” Pérez, una de las mano derecha del Peruano, quien marchó preso junto a otras once personas con los que se le dio un duro golpe al sistema logístico y financiero de la organización.
“Yo era considerado un proveedor grande en Rosario: bajaba 400 kilos por mes... una cantidad importante... Lo malo es que, al estar en una categoría mayor, te haces de muchos amigos, pero también de muchos enemigos”, explicó el Peruano en el documental “Por qué sangra Rosario”.
Entre los detenidos, que fueron procesados el 15 de agosto de 2023, estaba además Darien Iván Mereles, una persona de confianza y con llegada a Rodríguez Granthon. Según la pesquisa Mereles era uno de los eslabones intermedios de la banda y se encargaba de la logística de la venta de drogas. A veces era chofer de confianza, que se encargaba del traslado de la familia del Peruano, y también supo mantener contacto directo con Jirafa, el encargo de la estructura de la banda del Peruano.
En el celular que le fue incautado a Mereles uno de sus contactos era Facundo S. y para los investigadores entre ambos se había generado una autopista comercial en la que realizaban transacciones de armas. Facundo ofrecía armas en una especie de menú a cuenta gotas y Mereles también le pedía.
La transa
La relación entre los dos hombres era tan simple y sencilla que podía tratarse de botellas de whisky, pack de cervezas o vinos boutique. Facundo escribía “tengo” tal o cual tipo de arma. Mereles le respondía: “Aguantame que consulto”. Y la transacción podía darse o no. En las conversaciones puestas bajo la lupa Facundo ofrecía fundamentalmente armas de puño, pistolas o revólveres, de todo tipo de calibre y marcas. Como en otras investigaciones en las transas se refieren a las armas y municiones como “juguetes y confites”.
En una de las ofertas Mereles tardó más de la cuenta y cuando quiso comprar recibió una foto de una mesa con varios fajos de billetes y como respuesta un “fue”. ¿De donde obtenía las armas? Es una de las preguntas sobre la que trabajan los investigadores. Los investigadores remarcaron que el ahora detenido tenía pleno conocimiento de que Mereles era hombre de Rodríguez Granthon. Y que ninguno de los que participaba de la transa de armas como los integrantes de la estructura tenía autorización legal para la tenencia y manipulación de armas de fuego y municiones.
Agentes del Departamento de Investigaciones Especiales de la PFA dieron con Facundo S. en su casa de Rondeau entre Marull y Gurruchaga, este jueves por la tarde y allí lo detuvieron. Los federales también lo habían ido a buscar a una casa de Pando al 900, barrio Sarmiento.
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Rodríguez Granthon está preso desde el 14 de junio de 2019, cuando cayó en Empalme Graneros transportando en un auto 3 kilos de cocaína. Nacido en Bellavista, uno de los siete distritos que conforman la provincia constitucional del Callao, en Perú, tiene como ingreso al país el 5 de marzo de 2012. Se radicó en la ciudad de Río Grande, en Tierra del Fuego, donde estudió para ser piloto de aviación civil y comercial.
Dos años más tarde se trasladó a la provincia de Santa Fe y se afincó en Funes, donde completó las horas de vuelo que le faltaban para obtener la credencial de piloto. Según investigaciones judiciales el Peruano proveía cocaína a la banda de Los Monos y también a la de su archirrival Esteban Lindor Alvarado. Algunos investigadores no descartan que también proveía cocaína a bandas de otros lugares de Santa Fe y el conurbano. Pasó por las cárceles de Piñero (provincial) y por las federales de Marcos Paz y Ezeiza.
La perpetua en el expediente abierto por el asesinato del concejal Trasante es la cuarta condena en su haber. Ya había acumulado sentencias a 10, 12 y 21 años de prisión (unificada) en causas por narcotráfico. En la condena a 21 años, dictada en diciembre pasado por el Tribunal Oral Federal 3, también fue condenado el ex administrador de Terminal Puerto Rosario (TPR) Gustavo Pedro Shanahan.
El fiscal Federico Reynares Solari acusó al financista como un elemento clave en la estructura criminal del Peruano ya que era, según lo develado en el juicio, quien le vendía droga al narco posibilitando que este pudiera comprar la cocaína. La droga se vende en dólares y cash en la moneda estadounidense. Según la acusación varios de los investigados salían de los kioscos de venta de droga con mochilas o bolsos y se dirigían directamente a cuevas financieras, entre ellas la oficina de Shanahan de España al 800. Rodríguez Granthon tiene en proceso una causa provincial por asociación ilícita más otra más por lavado y venta de droga en el fuero federal.
Venta y protección
La investigación por la que cayó buena parte de la banda del Peruano comenzó con una denuncia recibida en el mes de octubre de 2022 por la PFA. La misiva indicaba que una organización vinculada al tráfico de drogas comercializaba “merca para un peruano que está preso”, que “tienen protección de la policía de Santa Fe”. Además hizo referencia a “que trae la droga de afuera y con otros de la banda la droga creo que la traen de Salta y la guardan en un galpón afuera de Rosario y después pasa a otro galpón que está en zona sur de Rosario. Mueven kilos de cocaína”. También indicaba que el líder usaba teléfonos celulares desde la prisión “que cambia cada 15 días”.
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El detenido está acusado de proveer armas de fuego al sindicado narco Julio “Peruano” Rodríguez Granthon.
El 29 de mayo de 2023 se secuestraron en un galpón que funcionaba como taller mecánico, ubicado sobre la calle Tucumán al 2000 de Funes, 568 kilos de marihuana distribuida en 770 trozos compactos, que había trasladado a la provincia de Santa Fe Ricardo Walter Piris, yerno del ex intendente de Itatí Natividad "Roger" Terán, también condenado en 2019 en el marco de una investigación por narcotráfico derivada del "Operativo Sapucay".
Este operativo sirvió para desbaratar una organización criminal que transportaba droga por vía fluvial desde Paraguay y la ingresaban a través de la localidad correntina de Itatí para luego distribuirla en las provincias de Buenos Aires, Córdoba, Tucumán, Chaco, Santiago del Estero, Catamarca y Santa Fe.
A partir de la “caída” de esa línea de distribución la investigación se orientó hacia los lazos y las maniobras que ordenaba Rodríguez Granthon desde la cárcel de Ezeiza. Así llegaron hasta la localidad bonaerense de La Reja, en el partido de Moreno, donde vivía Jirafa Pérez. En la causa se pudo establecer que la banda había trasladado un cargamento de 200 kilos de cocaína con destino a Rosario y el conurbano.
“Dale, te deja mi camioneta con los 200 pollos, descargamos eso” (sic), escribió el Peruano en un mensaje de Whatsapp desde la cárcel a Jirafa Pérez el 7 de julio del 2022. El mensaje quedó en el teléfono celular Samsung Galaxy J2 Core que se le secuestró al principal sospechoso en su celda, durante una requisa realizada de manera aleatoria en el Complejo Penitenciario Federal I de Ezeiza.
Los investigadores policiales lograron determinar luego la veracidad de esos mensajes, cuando el mes pasado observaron que el vehículo que mencionaba Rodríguez Granthon en aquellos mensajes de los “200 pollos” era uno de los vehículos que utilizaba la organización y concurría habitualmente al domicilio de “Jirafa” Pérez, en Enrique Corbo y José De Pereda, de la localidad bonaerense de La Reja.