Adentro de la cancha, cabeza gacha muchas veces, para ganar terreno y ocupar rápidamente un espacio, y levantada en otras, para intentar darle pausa, respiro y algo de fútbol al equipo. Ese fue Jonatan Gómez en los 80 minutos que estuvo en cancha, el que hizo un sacrificio inconmensurable, como el resto de sus compañeros.
Afuera, paso cansino, propio del cansancio, pero una cara de feliz cumpleaños que develaba su estado de ánimo. “Sentimos mucha felicidad y ahora vamos por más”, fue la respuesta de Gomito en el mano a mano con La Capital cuando fue invitado a ponerle un título a lo que el equipo había logrado en el Beira-Rio.
Jonatan Gómez fue el emblema de Central en Porto Alegre
La actuación de Jonatan Gómez quizá haya sido el emblema del tipo de partido que hizo Central en Porto Alegre, en el que el sacrificio muchas veces se ubicó por encima del juego pelota al pie. Y fue una de las apuestas importantes de Miguel Angel Russo, porque la lógica era Gomito por derecha y Campaz por izquierda, pero el DT entendió que Inter iba a querer atacar por la banda en la que jugara el colombiano y por eso el cambiazo. Más allá de eso, Jony Gómez fue un obrero más en la construcción de la clasificación, pero a la entrega le puso toda la cabeza posible, para intentar jugar, frenar el ritmo del partido, para intentar una salida limpia y ordenada, y hasta para generar faltas. De hecho, uno de sus razonamientos más importante fue que “la clave fue que tuvimos un gran partido desde lo táctico”.
“Nos vamos felices porque logramos lo que vinimos a buscar, ante un rival complicado, con un plantel increíble y muchas figuras. Como todo equipo brasileño es siempre complejo. Creo que la clave fue lo táctico, pero vinimos a jugarlo de esa forma. Por momentos tuvimos la pelota y en otros no, pero se dio así”, razonó.
—Lo que se vio desde afuera fue mucho sacrificio de todos.
—Obviamente. Es que a veces toca hacer esa parte y el equipo me necesitaba para eso, por eso debía brindarme para lo que el equipo necesitara.
—¿Qué pensaste cuando Russo te dijo que ibas a jugar, pero sobre todo cuando te dijo que ibas a jugar por izquierda?
—Me puse contento, como cualquiera. Con el puesto, mis raíces están ahí porque cuando empecé a jugar fue en es posición, aunque más por el lado derecho. Esta vez me tocó por el otro sector, pero me daba lo mismo. Me puse contento por la oportunidad y sabía que me iba a tocar hacer un sacrificio como el que hicimos todos. Pero insisto, la alegría es porque el equipo pudo conseguir el objetivo que era pasar y de inmediato a pensar en el sábado por la Liga.
—¿Algún pedido en especial por parte del entrenador?
—Y, varias cosas. Por ese sector teníamos la pasada de Bustos y la idea era que ayude a Sández. Creo que lo logramos y que no nos lastimaron, por eso lo bueno que salió el partido desde lo táctico. También el gol nos ayudó muchísimo porque el desgaste había sido muy grande.
—Desde el principio se te vio como hiperquinético, corriendo más de lo que jugabas, pero con el correr del partido fuiste equilibrando, le pudiste poner muchas más cabeza al juego.
—Sí, tal cual. Los primero 15 o 20 minutos sabíamos que iban a ser bastante complicados porque ellos estaban obligados a salir a buscar el resultado y la idea era cortarle todos los circuitos. Después, con el correr de los minutos pudimos agarrar más la pelota, pero el partido pedía eso y fue lo que tuvimos que hacer.
—En lo personal, ¿necesitabas un partido así?
—Y, sería una mentira si te dijera que no. Todos queremos rendir y en mi caso es particular después de muchas cosas que me tocó vivir acá en el club. Para mí no era sencillo, por la gente y por lo que había pasado, pero cuando uno rinde es importante en lo personal. Igual, cuando decidí venir lo hice pensando en lo colectivo y los compañeros me recibieron y me tratan de una manera sensacional.
—Se sacaron de encima un brasileño, pero se les viene otro.
—Sí, ja. Salimos de uno y se viene otro, pero sabemos que esta copa es así, en la que todo cuesta, como en la Libertadores, porque juegan los mejores. Tendremos que encararlo de la mejor manera, pero primero el sábado con Huracán porque tenemos que seguir sumando y haciéndonos fuertes en el torneo local.
—La doble competencia no va a aflojar, al menos por un tiempo más.
—Tal cual, y está bueno porque siempre es bueno competir. Esto de la doble competencia es lindo siempre, fijate que el otro día con Sarmiento, los chicos a los que no nos tocaba jugar mucho lo hicimos de una manera excelente y demostramos que estamos todos a la altura. Eso le hace muy bien al plantel porque cuando hay competencia te fortalece y no tenés tiempo para relajarte.
—¿En una o en pocas palabras, qué título le ponés a lo que lograron en Brasil?
—Uf, es imposible. No se me ocurre una palabra para resumir todo. Lo que sentimos es una felicidad enorme porque es lo que buscábamos y lo que logramos.
—¿Y ahora cómo sigue la historia de este equipo en todos los frentes?
—Y ahora vamos por más.