Rodrigo Berta, el productor de 30 años al que le faenaron la mitad del ganado en San Martín de las Escobas, ya comenzó a recibir apoyo, privado y estatal, para poder continuar con su emprendimiento. Mientras un empresario le obsequió una ordeñadora para poder trabajar, tanto la comuna de su pueblo como las autoridades provinciales y nacionales se pusieron en campaña para lograr que tenga una ayuda económica para recuperar la hacienda y las herramientas que perdió. Podría recibir 3 millones de pesos de financiamiento.
Tal como lo publicó La Capital, Berta llegó el 28 de septiembre a su tambo, ubicado a unos ocho kilómetros de San Martín de las Escobas, y encontró los restos de cinco de sus vacas lecheras faenadas y el tambo literalmente destruido. Había comenzado con su emprendimiento un año y medio antes, con la indemnización que le dejó un retiro de una empresa lechera. "Se llevaron la carne de los cuartos y los lomos”, detalló entonces a este diario, convencido de que “el que lo hizo era hábil con el cuchillo, conocía el oficio”. También le robaron partes de la máquina ordeñadora, el sistema de pezoneras con los pulsadores, una bomba sumergible, los caños de agua y un grupo electrógeno que había comprado a plazos y aún no terminó de pagar. “Me llevaron hasta las botas de goma”, lamentó.
El caso de Rodrigo tuvo muchísima repercusión, por la naturaleza del delito pero también por el esfuerzo que había puesto para poder levantar ese pequeño tambo, ubicado en una lonja de 12 hectáreas. Las reacciones no tardaron en llegar. Alfredo Ansaldi, propietario de una empresa que ofrece servicios para tambos, le acercó solidariamente una ordeñadora, y la comuna, la provincia y Nación se hicieron presentes en su pequeño establecimiento.
Visitas oficiales
El lunes, Berta recibió la visita de Marcos Alarcón, presidente comunal de San Martín de las Escobas, Abel Zenklusen, director santafesino de Lechería, y del director Nacional de Lechería, Arturo Videla. Zenklusen adelantó entonces que se está gestionando una articulación de fondos rotatorios a partir de las Asociaciones para el Desarrollo y de un programa de agricultura familiar.
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(Gentileza Bichos de Campo). Berta recibió el lunes la visita de funcionarios del municipio, la provicia y la Nación.
“La intención es poder generar de manera excepcional varios préstamos”. La comuna firmará la garantía para que se pueda llegar a un total de unos 3 millones de pesos para poder comprar animales y reponer la maquinaria, “para encontrar una solución lo más rápido posible”. Y Videla afirmó que se está elaborando un informe técnico para que también la Nación pueda sostener a un tambo tan nuevo en un momento desesperante para el productor, publicó el diario digital Bichos de Campo.
En diálogo con La Capital, el productor de 30 años contó que los funcionarios "vieron cómo trabajo, mis instalaciones, que son pocas. Les expliqué como era mi trabajo y lo que me estaba pasando. Zenklusen me preguntó si estaba inscripto en el RUPP (Registro Único de Producciones Primarias), si era monotributista y otras cuestiones impositivas. Después me llamó la secretaria del gobernador Omar Perotti y me explicó que tengo que entregar la denuncia del hecho, certificar mi situación contributiva y fiscal, y acercar una declaración jurada de que no tengo nada asegurado".
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Berta no sabe a cuánto ascenderá el apoyo. Puede ser que reciba un crédito blando, o algún subsidio. Por el momento, está haciendo todos los trámites para presentar "dos carpetas" a provincia y Nación. Zenklusen, en tanto, inició la gestión para que la Empresa Provincial de la Energía logre hacer la obra de electrificación, de no más de 200 metros, que necesita el campo desde la columnas del camino.
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Cuando el productor llegó a su tambo el 28 de septiembre, encontró cinco vacas lecheras faenadas.
El productor pidió presupuesto para una ordeñadora, para un grupo electrógeno y para el recupero de los animales. Según sus cálculos, un grupo electrógeno "podría estar costando un millón y medio de pesos, o más; la bomba sumergible, unos 500 mil pesos, una vaquillona preñada como la que perdí estaría en 750 mil pesos, y el resto de la vacas, que también estaban preñadas, 500 mil pesos cada una", calculó mentalmente.
El productor tiene una sola pretensión: "Quiero ni más ni menos que lo tenía para poder seguir trabajando". Que así sea.