El gobernador Maximiliano Pullaro reunirá a toda su tropa para analizar la marcha de la gestión, ajustar las clavijas y proyectar el 2026.
El gobernador se encontrará este fin de semana con ministros, secretarios y subsecretarios para evaluar la gestión y trazar metas para 2026
Por Mariano D'Arrigo
El gobernador Maximiliano Pullaro se reunirá este sábado en Santa Fe con su equipo para evaluar la marcha del gobierno y trazar nuevas metas.
El gobernador Maximiliano Pullaro reunirá a toda su tropa para analizar la marcha de la gestión, ajustar las clavijas y proyectar el 2026.
El encuentro será este sábado, entre las 9.30 y las 17, en la Universidad Nacional del Litoral (UNL). Están convocados ministros, secretarios y subsecretarios.
Serán más de cien personas de todas las tribus de Unidos, la alianza que aglutina a la UCR, el Partido Socialista, el PRO, Creo, UNO, GEN, Encuentro Republicano Federal, PDP, Ucedé, Unir y Hacemos.
Según indicaron desde la Casa Gris, los participantes debatirán en talleres, donde se evaluarán las metas de la gestión y se trazarán objetivos para el año que viene. La organización está a cargo del secretario General del gobierno provincial, Juan Cruz Cándido.
El 2026 asoma complejo por el frío de la economía real y la caída de la coparticipación, que Santa Fe busca compensar con la toma de deuda para ejecutar obra pública.
El trabajo no será por ministerios sino transversal, por ejes. Por ejemplo, en la discusión sobre infraestructura habrá funcionarios de Desarrollo Productivo, Obras Públicas, EPE y Aguas Santafesinas.
“El gobernador va a plantear que llevamos un año y medio con muchas reformas y va a llamar a que pensemos qué nos proponemos para adelante”, dicen desde el entorno más próximo a Pullaro.
Desde el vértice del gobierno bajarán las prioridades estratégicas y propondrán a los equipos que sugieran qué aspectos se deben reforzar y corregir.
En la Casa Gris destacan que en la primera mitad de la gestión concretaron o encaminaron la mayoría de las reformas que se habían propuesto para todo el mandato —como la previsional, la judicial y la constitucional— y buscan sostener el impulso político.
“Tenemos que mostrar que el gobierno no se agotó con la reforma constitucional”, dicen en la mesa chica del gobernador desde que la Legislatura abrió la puerta a modificar la Carta Magna de 1962.
Una vez que se sancione la nueva Carta Magna parte del trabajo será operativizarla con leyes específicas. Un ejemplo: Santa Fe no tiene ley de educación, una de las prioridades de la gestión Pullaro.
En el gobierno aseguran que todavía no definieron cómo funcionará el aparato de gestión en los cuarenta o sesenta días que dure la Convención Constituyente, que comenzará el 14 de julio.
Además de Pullaro también son convencionales los ministros Fabián Bastia (Gobierno) y Victoria Tejeda (Igualdad y Desarrollo Humano) y el secretario de Cooperación, Cristian Cunha, cuyo cargo también tiene rango ministerial.
“La Convención va a tener una etapa inicial, en la que se van a fijar las reglas de juego, después va a haber un trabajo en comisiones, donde va a haber un mix entre lo técnico y lo político, y recién a lo último se va a volver al pleno”, dicen desde el gobierno.
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Antes de ese momento, Unidos tiene que llegar a un acuerdo sobre el texto de la nueva Constitución. En la previa se cruzan debates jurídicos y políticos con visiones personales y miradas partidarias, pero también con tironeos de poder al interior de la coalición. Sin embargo, en los distintos campamentos aseguran que al final habrá acuerdo y los 33 convencionales votarán en bloque.
En paralelo, Pullaro monitorea permanentemente a su equipo. Después de las elecciones del 13 de abril, de las que Unidos salió como una primera minoría sólida pero en las que aparecieron algunas luces de alerta, el gobernador le ordenó a sus ministros que escaneen sus áreas y tomen las decisiones que tengan que tomar.
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“Se están haciendo las evaluaciones. Depende mucho del funcionario y los proyectos. Los cambios van a venir más adelante”, deslizan.
De todos modos, Pullaro tiene en su despacho un tablero de gestión. Allí monitorea en tiempo real la marcha del gobierno y puede ver el nivel de ejecución del presupuesto, las obras y los programas con un par de clics.
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