Metido de lleno en la campaña de Cambiemos en Buenos Aires, el presidente Mauricio Macri encabezó ayer una maratónica jornada de campaña en menos de dos horas en el conurbano junto a la gobernadora, María Eugenia Vidal, y el primer candidato a senador Esteban Bullrich.
Tras presidir una reunión de gabinete en la Casa Rosada, el mandatario visitó los partidos de Quilmes, Lanús y Lomas de Zamora, pertenecientes a la Tercera Sección Electoral y en los que la lista de candidatos a senadores de Cambiemos perdió en las pasadas elecciones primarias del 13 de agosto ante la ex presidenta Cristina Kirchner.
Para comenzar con el agitado martes de campaña, el jefe del Estado sorprendió a un mecánico de motos del partido conducido por el dirigente del PRO Martiniano Molina, quien también participó de la actividad proselitista.
El taller está ubicado en el corredor de la avenida Calchaquí, en la que el gobierno realizó obras de ensanche de calles, pavimentación y construcción de dársenas y refugios, resaltó un comunicado oficial.
Más tarde, en el distrito gobernado por el oficialista Néstor Grindetti, el jefe del Estado y la gobernadora pusieron en funcionamiento una sede del Núcleo de Innovación y Desarrollo de Oportunidades (Nido) en la localidad de Monte Chingolo.
Luego, el presidente, la mandataria bonaerense y el candidato se trasladaron hasta el partido gobernado por el peronista Martín Insaurralde para inaugurar una planta depuradora de efluentes cloacales en la localidad de Villa Fiorito.
En las elecciones internas de agosto pasado la lista encabezada por Bullrich sufrió una ajustada derrota en Lanús frente a su par de Unidad Ciudadana, Cristina Kirchner, por 608 votos; mientras que en Lomas de Zamora la diferencia fue más holgada por casi 45 mil sufragios; al tiempo que en Quilmes quedó 16 mil votos por debajo del espacio opositor.