Franco Macri, el padre del presidente fallecido el sábado fue uno de los empresarios más influyentes y poderosos de la Argentina y su fortuna se consolidó a lo largo de todos los gobiernos pero se afianzó durante la dictadura.
Franco Macri, el padre del presidente fallecido el sábado fue uno de los empresarios más influyentes y poderosos de la Argentina y su fortuna se consolidó a lo largo de todos los gobiernos pero se afianzó durante la dictadura.
El economista y doctor en historia Eduardo Basualdo, detalló en su escrito "El legado dictatorial", que forma parte del libro "Cuentas pendientes" de Horacio Verbitsky y Juan Pablo Bohoslavsky (2013) que "durante el proceso que comenzó en 1976, un período, que se caracterizó por la transferencia de recursos del sector de los trabajadores al del capital financiero nacional e internacional, el conjunto de empresas que poseía Franco Macri y empezaba a administrar su hijo Mauricio comenzó su expansión y se convirtió en contratista del Estado, condición que sería a partir de allí su característica principal y la clave de su crecimiento años más tarde".
Después de Pérez Companc, Macri fue el que más creció en cantidad de empresas bajo su control en el decenio 1973-1983: pasó de 7 a 47", detalló el historiador.
Franco Macri construyó uno de los imperios económicos más importantes de la Argentina y América latina, y estableció alianzas comerciales estratégicas con las más destacadas compañías internacionales.
El empresario que nació en Roma y se nacionalizó argentino cuando llegó la Argentina en 1949, comenzó trabajando como asistente de obra y albañil y creó en 1951 creó su primera empresa constructora. A fines de los 60, se asoció a la Corporación Italiana Fiat y fundó Impresit Sideco, el inicio de lo que sería luego el holdinig Socma (Sociedades Macri), uno de los grupos de empresas de capital nacional más importante del país, que operó en los sectores de construcción, ingeniería industrial, infraestructura civil, exploración minera, desarrollo inmobiliario, generación y transporte de energía, tratamiento de residuos, concesión de rutas y autopistas y en el sector servicios.
Hacia finales de los años 90, el grupo Macri ganó la concesión del Correo Argentino, que administró hasta la rescisión del contrato en el año 2003. Luego comenzó a retirarse de los mercados en los que actuó durante 60 años ininterrumpidos para dedicarse a promover las relaciones entre China con otros países, especialmente América latina.