En el marco de un proceso judicial abreviado, Jonathan Camino, un reconocido hampón ligado a la Banda de Los Monos, fue condenado a tres años de prisión efectiva por extorsión y amenazas calificadas. Según se pudo probar durante la investigación del caso, mientras estaba preso en la cárcel de Piñero, Camino le prestó su teléfono celular a su hermano Pablo Nicolás para que lleve adelante esos delitos.
El fallo que condenó a Camino, quien actualmente está privado de la libertad por otros hechos graves, fue homologado en una audiencia encabezada por el juez Román Lanzón. Se trató de un juicio abreviado en que las partes (fiscalía y defensa) acordaron la pena a cambio de que el imputado reconozca su responsabilidad en los hechos.
El fiscal Pablo Socca le atribuyó a Jonathan haber facilitado su línea telefónica a su hermano Pablo Nicolás en el momento en que los dos se encontraban detenidos en la Unidad 11 de Piñero a sabiendas de que la misma iba a ser utilizada para cometer delitos. Esos delitos sucedieron entre septiembre y octubre de 2020.
Socca acusó a los Camino de haber amenazado a los dueños de una casa de zona suroeste, con fin de que abandonen el inmueble. Los delincuentes les exigieron a las víctimas la entrega de dinero y otros bienes bajo amenaza de balear el domicilio.
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En ese caso, el fiscal probó que desde la cárcel de Piñero, Pablo Nicolás Camino envió como mensajera a A. C. para entregara una nota a los dueños de la casa para que se comunicaran con Pablo Nicolás, también detenido en la misma unidad, y que por orden suya debían abandonar la casa y entregar los automóviles que tenían para evitar problemas y que además quería cobrar una deuda.
Durante la investigación, se comprobó que los hermanos Camino, con la complicidad de otras dos personas que estaban en libertad, efectuaron varias maniobras extorsivas desde la cárcel de Piñero con el objetivo de apoderarse de casas y otros bienes materiales de las víctimas. Los hermanos no solo enviaron mensajeros, sino que llamaban por teléfono celular desde el penal para “apretar” personalmente a las víctimas cuando éstas no aceptaban ceder ante la presión.
En las pesquisas, el fiscal rastreó las llamadas y comprobó que esas comunicaciones se realizaron desde el penal más grande del sur provincial y que al menos uno de los aparatos estaba en poder de Jonatan. Con la homologación de este juicio abreviado, Jonatan y Pablo Nicolás suman otras condenas a sus prontuarios.