La noche del sábado al menos seis balazos impactaron en la vidriera de una vinería de barrio Azcuénaga cuando el local ya había cerrado. El ataque fue feroz y estuvo acompañado por un mensaje mafioso escrito en un papel que los agresores deslizaron por debajo de la puerta. "Mónica: decile a Matías que pague por esto es ederitatio (sic)", decía la misiva, que ya es material de investigación.
Un local de la vinería "Lo de Granado", ubicado en la esquina de Mendoza y Matienzo, cerca de las 21 del sábado por un número no identificado de agresores dispararon al menos seis veces contra la vivienda y dejaron una nota amenazante. Los nombres que aparecen en el mensaje son los de la dueña del inmueble y su hijo. Por eso el encargado de la franquicia de la vinería está preocupado por dejar en claro que ni él ni la marca están detrás de este hecho violento.
"No sé qué hace o hacían ni la dueña ni el hijo del local. Nos encontramos con este garrón que no sabemos de dónde viene ni por qué es", contó Damián la mañana de este lunes, cuando el local ya había vuelto a abrir sus puertas. Antes hubo que trabajar sobre la limpieza y reparar los desastres que dejaron al menos seis balazos que ingresaron al local. "Estaba todo rojo acá, lleno de vinos, whisky, licores", describió el hombre la escena con la que se encontró después del ataque.
El sábado Damián cerró el local a las 19, pero se quedó trabajando hasta pasadas las 19.30 y luego se retiró. "En mi casa estaba con mi familia, silencié el celular. Después estaba mirando una película, agarro el teléfono y vi que tenía varios mensajes", recordó el encargado del local. En el grupo de WhatsApp que tienen los comerciantes de esa zona de Echesortu se había comenzado a hablar del ataque a balazos.
77795675.jpeg
Sebastián Suárez Meccia
>>Leer más: Balaceras y extorsiones: el hilo rojo que vincula a Pichincha con el crimen organizado
Cuando Damián y su pareja fueron al local se encontraron con la peor escena. La vidriera estallada, muchísima mercadería destruida y el mensaje amenazante. "Mónica: decile a Matías que pague por eso es ederitario (sic)", decía el papel.
Los nombres de esa amenaza echaron algo de luz a la incertidumbre que se generó entre los comerciantes y vecinos de la zona. "Quiero dejar en claro que la amenaza no es para mí ni para Lo de Granado. La amenaza tiene nombre y es para la dueña del inmueble y su hijo", explicó Damián. Es que al temor por el ataque y la posibilidad de que vuelva a ocurrir también se le suma la preocupación por el impacto que este hecho pueda tener sobre su trabajo.
Diagnóstico oficial
A comienzos de julio, como parte del diagnóstico del primer semestre del año, la fiscal Valeria Haurigot, de la unidad especializada en balaceras, aseguró que en las últimas semanas se había visto un descenso en casos de ataques a balazos. Sin embargo explicó que podía deberse a distintos motivos y no necesariamente a un cambio definitivo. "No puedo decir que sea una tendencia, ni quiero ser optimista", remarcó en ocasión de un diálogo con un programa de LT8.
En ese sentido la fiscal indicó que en las investigaciones suelen quedar en evidencia que son muchos los motivos por los cuales se llevan a cabo estos hechos. Desde los llamados ajustes de cuentas vinculados a negocios ilegales, otros por deudas y hasta por problemas familiares o entre allegados.
>>Leer más: La fiscal Haurigot aseguró que en las últimas semanas hubo "una merma grande" de balaceras en Rosario
El factor que llevó a esta aproximación de la fiscal fue la disminución de casos registrados. Explicó que en las últimas semanas se habían contabilizado "cuatro o cinco balaceras por día", mientras que "en los momentos más complicados se llegaron a registrar unas 40 balaceras por día".
Las balaceras que para la fiscal disminuyeron son las motivadas por disputas vinculadas a la venta de drogas. En ese sentido indicó que podría ser producto de un aumento en el control de parte del Servicio Penitenciario en penales en los que se sabe algunos internos suelen contar con recursos para planificar ataques de este tipo e incluso homicidios.
Quien hizo un diagnóstico similar fue Jorge Lagna, ministro de Seguridad de la provincia, quien en diálogos con medios de comunicación la semana pasado confirmó que "hay menos balazos y menos muertos". En ese momento, antes del fin de semana, se mostró asombrado porque en lo que iba de julio solo se habían registrado tres homicidios.
>>Leer más: Centeno al 200, la cuadra que volvió a prestar su geografía para un asesinato
Pero el fin de semana llegó con un rebrote en la violencia callejera y el saldo fue de tres homicidios en dos días. Además se sumaron varias balaceras con personas heridas. También hubo hechos con características particulares, como fueron los tiros contra la vinería de barrio Azcuénaga, en una zona comercial no acostumbrada a casos de este tipo. Lo cual también puede encender la alarma acerca de cómo la violencia gana territorio.