Una deuda al parecer originada en un consumo problemático de drogas asoma como el móvil principal del crimen de Gonzalo Darío Cucit, un hombre de 36 años que apareció asesinado a balazos el pasado 30 de julio en el ingreso de una estancia ubicada sobre la ruta 34 en Luis Palacios. Según la investigación del fiscal Aquiles Balbis, para cobrarse esa deuda los sospechosos engañaron a la víctima y acordaron la falsa venta de un auto en una operación que derivó en el crimen del deudor para sustraerle el rodado y otros efectos personales.
La reconstrucción de los últimos minutos de la víctima, a partir de testimonios de su entorno y de imágenes captadas por videocámaras de varias localidades, puso en la mira a tres hombres que fueron imputados como partícipes necesarios de un homicidio críminis causa, figura que prevé prisión perpetua y se aplica cuando se mata para asegurar otro delito. En ese marco, en una audiencia realizada este miércoles en los tribunales de San Lorenzo el juez Carlos Gazza dictó la prisión preventiva por el plazo de ley para Ramón R., Ivan C. y Claudio M.
Domiciliado en Correa, Cucit fue hallado muerto el martes de la semana pasada, minutos después de las 21, en la puerta de la estancia Santa Eulogia ubicada en el kilómetros 22,5 de la ruta 34, en jurisdicción de Luis Palacios. Un puestero halló el cadáver y llamó a su madre para que avisara a la policía del pueblo. Al menos cinco vainas servidas calibre 9 milímetros halladas junto al cadáver orientaban la idea de que la víctima, sin identificaciones a la vista, había sido ejecutada en el lugar. Y según los testimonios tomados en la escena se estableció que el crimen había ocurrido entre las 20.30 y las 21 del 30 de julio.
Deuda peligrosa
La posterior identificación de Cucit mediante sus huellas dactilares permitieron empezar a encaminar la investigación en manos del fiscal de San Lorenzo Aquiles Balbis. Desde el entorno familiar de la víctima indicaron que el muchacho atravesaba un consumo problemático. En tal sentido un testimonio indicó que el muchacho estaba vendiendo muchas de sus pertenencias porque al parecer mantenía una deuda con Claudio M., un hombre de 45 años apodado “Monito” sindicado como quien le vendía droga en Correa.
En ese marco también se supo que, tal como había sostenido por esos días, Cucit había arreglado la venta de su auto Ford Fiesta a un hombre llamado Ramón Alberto R. que vivía en una cabaña del parque Sarmiento de Carcarañá. Por ello, tal como alcanzó a comunicárselo a familiares, Gonzalo había acordado que entregarle los papeles del vehículo al comprador unos días antes de concretar la venta.
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Con esa información los investigadores a las órdenes de Balbis se abocaron a reconstruir el derrotero de Cucit durante los momentos previos a que fuera hallado asesinado. Así, según la descripción realizada este miércoles por el fiscal al formular las imputaciones, sobre las 19.20 del martes la víctima se retiró de su domicilio de Lisandro de la Torre al 1500 de Correa en su auto Ford Fiesta. Se infiere que se dirigía a concretar la venta del vehículo.
Por las rutas
Cucit tomó por la ruta 9 y manejó hasta el cruce con la S26. Allí se encontró con Ramón R. que lo esperaba al volante de una Ford Ecosport en compañía de Iván C. Luego de unos minutos, según la reconstrucción de lo sucedido planteada por el fiscal, los ocupantes de la Ecosport se retiraron por la ruta 9 seguidos por el Ford Fiesta hasta llegar a la ciudad de Roldán, donde ingresaron a una estación de servicios ubicada en Catamarca (tal el nombre que adopta allí la ruta 9) y Urquiza.
Allí, de acuerdo con lo relatado por Balbis, Cucit y los falsos compradores del auto mantuvieron una breve charla hasta que sobre las 20 se retiraron. Subieron a sendos vehículos y condujeron hasta el cruce de la ruta 9 con la A-012, donde giraron hacia el este en dirección a la ruta 34. Al llegar a ésta ruta se encaminaron hacia Luis Palacios y se detuvieron al llegar al kilometro 22,5.
En ese lugar concretaron su plan: despojaron Cucit del auto, de su teléfono celular y otras pertenencias y le dispararon al menos cinco balazos con una piistola calibre 9 milímetros. También le propinaron un fuerte golpe en la cabeza con un elemento contundente, lo cual le provocó la muerte. Según el fiscal los sospechosos se retiraron conduciendo ambos vehículos.
Arrestados
La información recabada, con evidencia que permitía presumir que Cucit se encontró con los sospechosos antes de ser asesinado, originó las detenciones. El jueves pasado, dos días después del crimen, personal de la Policía de Investigaciones (PDI) allanó una cabaña en el parque Sarmiento de Carcarañá donde fueron detenidos Ramón R., de 58 años y con domicilio en ese lugar, e Iván Jonatan C., bonaerense de 34. En la requisa se secuestraron celulares, dinero, ropa similar a la que vestía uno de ellos según los registros de las cámaras de los momentos previos y la camioneta Ecosport en la que se movían.
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En tanto, el lunes último fue apresado el Monito M. en una casa de Santa Fe al 1000 Correa. Según la acusación fue éste quien contactó a Cucit con Ramón R. para concretar la falsa venta que derivó en el homicidio. Al allanar su vivienda también se encontraron elementos que lo incriminan.
Además de los testimonios y los registros de las cámaras, hay otras evidencias que implican a los sospechosos en el homicidio. Por ejemplo se estableció por el impacto de las antenas que tanto el celular de la víctima —que aún no apareció, como tampoco el Ford Fiesta— como los de Ramón R. e Iván C. impactaron en la zona de Capitán Bermúdez y Granadero Baigorria.
En el caso de Ramón R., que ya estaba mencionado como la persona a la que Cucit iba a venderle el auto, se halló un mensaje en su teléfono en el que le sugieren que borre las conversaciones con el hombre asesinado. Otro elemento contra el hombre de 58 años es que fue encontrado en su cabaña junto con Iván C., en cuyo teléfono fue hallada una tarjeta de almacenamiento sustraída del celular de Cucit. Que los teléfonos de ambos hayan impactado en el cordón industrial con posterioridad al crimen y al mismo momento en que impactó la línea de Cucit también les juega en contra.
En cuanto a Claudio M. está sospechado de ser quien le vendía drogas a la víctima —unos 200 mil pesos por semana, indicó un testimonio— y con quien Cucit tenía una deuda. También se estableció que trabajaba para Ramón R., también sindicado como vendedor. Además, a partir de un mensaje que envió desde su teléfono se estableció que mientras los investigadores no habían identificado a la víctima del crimen en Luis Palacios el “Monito” ya sabía de quién se trataba.