Sobre Carlos Argüelles, el mecánico que fue amigo del condenado narco Esteban Alvarado y luego declaró en su contra, pesaba una sentencia de muerte que se concretó el 6 de septiembre 2021. Ese día lo atacaron con dos tiros letales frente a su mujer e hijos en la puerta de su taller, pero el plan para eliminarlo se había puesto en marcha mucho antes. En enero de ese año hubo un segundo intento en el que eludió los disparos contra su auto y un hombre fue detenido por el ataque. Gabriel Damián González fue apresado cuando regresaba a los alrededores del taller para recuperar una moto y ahora fue condenado a 7 años de prisión en un juicio abreviado.
La pena fue acordada entre el defensor de González y los fiscales de la Agencia de Criminalidad Organizada Luis Schiappa Pietra y Matías Edery. El juez Aldo Bilbao Benítez homologó el acuerdo este jueves y condenó al acusado como autor de un intento de homicidio agravado. Fue el segundo ataque fallido contra el mecánico, realizado desde un auto Suzuki Fun contra el Ford EcoSport de Argüelles cuando circulaba por Gaboto al 5500. El 1° de junio de 2019 había sufrido un atentado similar en la misma cuadra cuando le dispararon al auto varias veces sin herirlo.
Con 46 años, Argüelles finalmente fue asesinado el lunes 6 de septiembre de 2021. En la puerta de su taller de Garay al 3500 recibió dos tiros en la cabeza y otro en el glúteo derecho. Llegó grave al Heca y murió horas más tarde. El ataque letal fue realizado según testigos por personas que se movían en un VW Fox color rojo. Hubo tres hombres y una mujer imputados por intervenir con distintos roles en el plan criminal.
Un año antes de que lo mataran, Argüelles brindó en carácter de imputado colaborador una declaración filmada ante un juez. El testimonio fue clave en el juicio que se realizó en los primeros meses de este año contra Esteban Lindor Alvarado, quien fuera su jefe y amigo por años. "El Esteban" terminó condenado a prisión perpetua como jefe de una organización criminal, además de recibir una condena posterior por tráfico de drogas en la Justicia Federal.
Como su hombre de confianza, el testimonio judicial de Argüelles fue clave en el juicio. Habló de unos cuarenta asesinatos ligados a la banda, describió a su ex jefe como un hombre temerario, contó detalles del negocio y las disputas con otras bandas. Su voz se escuchó en el juicio seis meses después de que lo asesinaran. “Yo no tengo miedo de perder la vida porque esta mochila que tengo se va a quedar acá. El día que me muera, Dios no me va a preguntar lo que hice con lo que sabía”, había declarado.
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Antes de que le quitaran la vida hubo una serie de seguimientos y atentados previos de los que logró zafar. El segundo de ellos ocurrió el 28 de enero de 2021 a las 20 cuando iba en su EcoSport con su familia por calle Gaboto y al llegar al 5500 le tiraron al menos cuatro disparos desde un Suzuki Fun dominio EDY 724. Tres tiros impactaron en el parante y otro en la puerta del acompañante del auto de la víctima.
Unos minutos antes un llamado al 911 avisó que un hombre había dejado abandonada en Garay y Constitución una moto Zanella negra sin patente, con las llaves sobre el tambor y un casco. Fueron policías hasta el lugar y mientras estaban revisando la moto escucharon por frecuencia policial que se habían producido disparos en la zona de Gaboto y Liniers. Una hora más tarde, sobre las 21.17, ingresaron dos llamados para avisar que dos personas estaban cargando la moto en una Peugeot Partner.
Los policías fueron hacia allí y al llegar al cruce de Cafferata y Rueda vieron una Partner gris con dos hombres y una mujer conduciendo a contramano y a gran velocidad. Así fue detenido González junto a otras dos personas que quedaron imputadas de encubrimiento por trasladar la moto hasta un pasillo de Cafferata 2953 donde finalmente fue secuestrada.
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A González lo acusaron de haber dejado la moto en la esquina del taller de Argüelles. De ahí, según la condena, se fue caminando por Constitución y hablando por teléfono para subirse a un “auto gris nuevo”, según lo describieron los testigos. De acuerdo con la investigación era el auto Suzuki desde el que siguieron y dispararon al vehículo de Argüelles, para volver más tarde a recuperar la Zanella.
Luego se constató que el plan para matar a a Argüelles incluía a otras personas. Isaías Alejandro Núñez, más conocido como “Chucky Monedita” y preso por liderar una banda, le encargó el ataque a uno de sus tiratiros, Jonatan Ribles, con quien intercambió numerosos mensajes sobre las dificultades para alcanzar al mecánico, en tanto que un taxista que realizó una minuciosa inteligencia sobre los pasos de Argüelles. Chucky compartía entonces pabellón en la cárcel de Piñero con Mauricio Laferrara, condenado como sicario de Alvarado y quien se cree que tendría motivos para ir contra Argüelles por haber declarado en su contra.