Otra vez Rosario fue escenario de hechos muy violentos con dos balaceras, una contra un ómnibus del transporte urbano de pasajeros y otra contra el bar de una estación de servicios. En los dos hechos, los pistoleros se tomaron el trabajo de dejar notas amenazantes.
El secretario de Seguridad Pública del Santa Fe, Omar Pereyra, analizó este martes lo ocurrido y sostuvo que esos episodios “son reacciones de las bandas criminales en el único idioma que conocen en contra de la decisión del Estado, desde el primer día de esta gestión, de volver a recuperar el espacio público en detrimento de la delincuencia, de la presencia de las bandas, de las luchas territoriales y del manejo de todas estas cuestiones desde las cárceles”.
En declaraciones al programa “El primero de la mañana” de LT8, el funcionario provincia agregó que “son reacciones, espasmódicas, desesperadas y con violencia, que es el único lenguaje que dominan estas organizaciones ante este tipo de intervenciones que realiza el Estado provincial”.
“Estas organizaciones buscan generar conmoción. Queremos llevar tranquilidad a la gente de que seguimos trabajando fuertemente en la cuestión preventiva y con el Ministerio Público de la Acusación en la investigación de todos estos hechos. Queremos llegar al origen de estas intimidaciones, que algunas son organizadas desde las cárceles y otras se aprovecha el contexto para generar peleas entre bandas por la cuestión territorial. Esto es muy grave, el riesgo es altísimo porque esta gente no mide las consecuencias de sus acciones y estamos trabajando para reducir riegos lo más posible”, agregó.
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Uno de los impactos de bala en el bar de la estación de GNC de Avellaneda y 27 de Febrero.
Foto: La Capital / F. Guillén.
La secuencia de hechos violentos vividos en Rosario arrancó el martes a la noche en barrio Acindar. Un colectivo de la línea 130 fue baleado en Winter al 3800. El atacante efectuó al menos disparos, uno dio en el parabrisa del lado del conductor y otro sobre una de las ruedas delanteras. La balacera no causó heridos y en ese momento, según trascendió, el chofer estaba abajo del colectivo porque estaba en punta de línea. En este caso, el o los agresores dejaron un pape con una amenaza contra el gobernador Maximiliano Pullaro.
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El segundo caso sucedió en los primeros minutos de este martes en la estación de servicios de GNC ubicada en 27 de Febrero y Avellaneda, a unas 30 cuadras del episodio anterior. En ese lugar, cuando ya faltaba poco para que cerrara el minishop y bar, un hombre llegó en moto, avanzó hacia el sector de los surtidores, desenfundó un arma y tiroteó la vidriera del comercio y la puerta de una oficina del personal.
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Además de esos hechos de abuso arma, Rosario sumó esta madrugada un nuevo homicidio. Un joven de 18 años, identificado como Lisandro Gómez, fue apuñalado en una gresca en González del Solar y Albert Schweitzer, en el barrio 7 de Septiembre, y murió minutos después en el Policlínico San Martín.