La persecución se registró una semana después del derribo de un búnker de drogas histórico en esa zona de la ciudad
Foto: Google Street View.
La balacera ocurrió a pocas cuadras del asentamiento de La Lagunita.
Un operativo de la policía rosarina concluyó este jueves con dos detenidos por una balacera. Los investigadores presumen que los delincuentes dispararon 20 veces contra una casa ubicada en el mismo sector que días atrás fue escenario de la demolición de un búnker de drogas.
Las fuerzas de seguridad provinciales abordaron a partir de múltiples llamados al 911 desde Campbell al 4100. Los vecinos pidieron ayuda a partir del ruido de las detonaciones y la primera respuesta de los agentes derivó una persecución a varias cuadras del sitio del ataque.
Los efectivos arrestaron a los sospechosos cerca de la intersección de Fraga y Amenábar. Además secuestraron una motocicleta y una pistola calibre 9 milímetros. Todo el material y el registro de las actuaciones quedó a disposición de la Justicia provincial en la comisaría 32ª.
La investigación de la policía comenzó alrededor de las 21, cuando inspeccionaron la casa acribillada en la zona sudoeste. La fachada tenía 20 impactos de bala. En las inmediaciones hallaron 13 vainas servidas de proyectiles calibre 9 milímetros y dos plomos.
Otra unidad de las fuerzas de seguridad se cruzó con los sospechosos antes de llegar al lugar y empezó a perseguirlos. De acuerdo al reporte oficial, los acusados arrojaron el arma de fuego en Garzón al 3900 mientras huían de los uniformados.
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En segunda instancia, los presuntos agresores se deshicieron de la motocicleta Honda para continuar el escape a pie desde Amenábar y Cullen. Sin embargo, los efectivos consiguieron capturarlos cerca del cruce con la calle Fraga, a unos 100 metros de allí.
Una semana antes de los disparos en calle Campbell, el Ministerio de Justicia y Seguridad de Santa Fe derribó un búnker histórico en el barrio Toba. El punto de venta de drogas ubicado en un pasillo sobre Cisnero al 6500 fue allanado el 12 de abril. El Ministerio Público de la Acusación (MPA) lo identificó como un territorio en disputa entre bandas dedicadas al narcomenudeo.
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