Un hombre de 40 años fue condenado por el robo del auto que fue usado por los sicarios que asesinaron a Rodrigo Sánchez en marzo de 2020. Se trata de Héctor Luis Brezik, quien aceptó en un procedimiento abreviado una pena de cinco años y cuatro meses por el robo y como partícipe secundario del homicidio de quien fuera mano derecha de Esteban Lindor Alvarado. Si bien el acusado había sido imputado como partícipe primario del hecho, la calificación fue modificada por los fiscales por considerar que el crimen se podría haber cometido de igual manera sin la utilización de ese vehículo.
El acuerdo entre los fiscales Luis Schiappa Pietra, David Carizza y Matías Edery con el abogado defensor Fausto Yrure fue homologado la tarde de este jueves por la jueza de primera instancia María Isabel Mas Varela. Según la pesquisa Brezik intervino a partir de órdenes que les dictaba desde la cárcel de Resistencia (Chaco) su hermano Jonatan, quien en diez días comenzará a ser juzgado como ideólogo del crimen de Sánchez.
Cabe recordar que para los investigadores el crimen fue perpetrado por miembros de la banda de Los Monos como venganza contra un ataque ocurrido días antes en Roldán contra Mariana Ortigala, considerada una de las principales testigos en el juicio oral contra Alvarado.
Sánchez solía visitar con frecuencia a Alvarado en prisión. Se lo consideraba organizador en la calle, aunque sin participación directa, de acciones violentas que diseñaba su jefe. Sobre las 13 del 19 de marzo de 2020 fue sorprendido por dos hombres que bajaron de un Renault Logan rojo y lo acribillaron a mansalva cuando estaba al volante de su camioneta Toyota Hilux gris en Wilde y San Lorenzo, a metros del Jockey Club, ante varios transeúntes y automovilistas que observaban sin poder creer lo que veían.
La víctima, de 44 años, murió en el acto mientras los agresores escapaban en el auto que abandonaron en Magaldi y Ezeiza. Allí subieron a otro vehículo que estaba estacionado en el lugar y siguieron con el escape.
El hallazgo del Logan, minutos después del ataque, abrió las puertas de las pistas que condujeron a quienes pudieron ser individualizados como personas vinculadas al ataque: Héctor Brezik, quien había robado el vehículo; su hermano Jonatan, incriminado por escuchas telefónicas que por esos días realizaba la Justicia Federal, y Rodrigo Nicolás “Zepe” Benítez, un hombre de 30 años vinculado a Héctor “Gordo Dani” Nogueras _sindicado como hombre de Los Monos en Villa Gobernador Gálvez_ imputado a partir del hallazgo de una huella dactilar en el vehículo empleado por los asesinos.
La reconstrucción del robo del Logan rojo, cuatro días antes del crimen, aportó las primeras pistas para su esclarecimiento. Había sido sustraído a un remisero de la empresa Buena Vibra de Granadero Baigorria. El coche había sido solicitado por un hombre, tras alegar haberse quedado sin crédito en el celular, pidió a quien atendía una pizzería de la zona sur que le permitieran usar el teléfono a tal fin.
El pasajero subió al remís y le pidió al chofer que lo llevara a la parte trasera del Mercado de Concentración de Fisherton. Y cuando llegaron a Magaldi al 9300 sacó una pistola. “Decile a tu patrón que me pague lo que me debe, el auto te lo entrego más tarde”, dijo el ladrón al conductor antes de hacerlo bajar del Logan y escapar con su auto y su celular.
Minutos antes de tomar ese remís, Héctor Brezik estaba hablando con su hermano preso en el Chaco. “¿Qué auto es?”, preguntó Jonatan. “Un Logan rojo”, responde el ladrón.
_¿Son buenos esos o no? _quiere saber Jonatan.
_Y sí, boludo, siempre tienen autos buenos las remiserías.
_Je je, escuchá, vas a tener que cambiar el número después vos.
_No, no, no, no. No lo voy a tener que cambiar porque dije vine acá a una pizzería donde lo pedí... Y les dije que me quedé sin crédito y si no me prestaba el teléfono para llamar un remís _explicó Héctor.
_¿Y pero la pizzería esa qué onda, vas siempre vos? _pregunta Jonatan.
_No, nunca vengo, no tiene cámara, no tiene nada _aseguró Héctor. Si bien Jonatan parece dudar, su hermano le asegura: “Te dije, no soy tonto”.
Gran error. Apenas el remisero declaró que había ido a buscar el viaje a una pizzería de San Martín al 3800 los investigadores pidieron las cámaras de vigilancia del comercio que mostraron a Héctor, la tarde del 15 de marzo de 2020 minutos antes de las 18, hablando por teléfono acodado sobre el mostrador del local.
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Las imágenes de Héctor se completaron con los audios extraídos de las conversaciones captadas con su hermano, también imputado por el robo. Y la reconstrucción del recorrido del Logan estableció que luego del atraco fue escondido por otro cómplice, un tal “Pitoto”, hasta el 19 de marzo cuando los gatilleros pasaron a buscarlo para ir a matar a Sánchez.
Una vez identificado como el asaltante del remisero, Brezik fue imputado como autor de robo calificado y partícipe primario del homicidio de Sánchez. Sin embargo, el avance de la investigación terminó estableciendo, para los fiscales, que su participación no fue esencial para cometer el crimen ya que si bien se cometió con ese vehículo que robó por indicación del hermano, los cuatro días que transcurrieron entre el atraco y el homicidio relativizaron la incidencia de ese auto en el resultado final.
Para los acusadores, si bien Héctor sabía que su hermano era miembro de una organización criminal y que el auto sería utilizado para algún delito violento, las pruebas en su contra no fueron suficientes para afirmar que su aporte a la concreción del homicidio haya sido esencial. Además el hecho de que fueron dos los vehículos empleados en el crimen,uno para llegar a la escena y otro para escapar, abonan la idea de que había más autos disponibles para la banda y se entiende que la participación de Brezik fue secundaria: el crimen se podría haber cometido igual si él no hubiera robado ese Logan.
En virtud de ese cambio de calificación, y de otras cuestiones como la falta de antecedentes condenatorios de Brezik, se propuso la pena de cinco años y cuatro meses que el acusado aceptó mediante el procedimiento abreviado para el cual los familiares de la víctima se mostraron de acuerdo.