El Gobierno de Francia, alarmado por la velocidad con que avanza la tercera ola de Covid, sumó tres departamentos, con una población cercana al millón de personas, a los 16 que ya viven con mayores restricciones en movilidad y en apertura de comercios desde el viernes pasado, 19 de marzo. Entre las ciudades afectadas figuran Lyon, la tercera del país, Troyes y Nevers. Por lo demás, el toque de queda está vigente desde mediados de enero pasado.
En las últimas 24 horas hubo 45.000 nuevas infecciones. Lo más preocupante, según el ministro de Salud, Olivier Véran, es que la edad de los enfermos que necesitan ser internados en Terapia Intensiva ha bajado, por el impacto de la variante o cepa inglesa del virus.
De momento las escuelas continuarán abiertas en todo el territorio, si bien cada vez son más las voces que piden cerrarlas o adelantar las vacaciones de primavera, previstas para mediados de abril. El ministro Véran dijo que cerrar centros educativos será “el último recurso”. Es evidente que existen dudas sobre si las últimas restricciones van a ser suficientes para frenar la pandemia. La situación sigue siendo muy heterogénea. En el departamento de Finisterre, en el extremo occidental de Bretaña, la incidencia es diez veces inferior a la de Sena-Saint Denis, en la región de París y de los departamentos más pobres de Francia.
Francia entra en un nuevo confinamiento
En tanto, son ya más de 7 millones las personas vacunadas con una dosis en Francia y 2,5 millones con dos dosis. El presidente Emmanuel Macron admitió que a Europa “le ha faltado ambición” y valentía para apostar pronto por las vacunas, como hicieron Gran Bretaña y Estados Unidos, pero dijo que habrá sido una lección para el futuro.
El lento ritmo de vacunación es algo común a toda la Unión Europea, sobre tod en comparación con Reino Unido y Estados Unidos. La lentitud está impacientando a los países comunitarios. Las tensiones entre los miembros están aumentando por el reparto de las dosis insuficientes, menos de las esperadas. Mientras, la nueva ola de contagios en el continente azuza el nerviosismo.
La Unión Europea ha administrado hasta ahora 14 dosis por cada 100 habitantes, frente a las 46 de Reino Unido y las 39 de Estados Unidos. El 10% de la población de la UE ha recibido la primera dosis, mientras que hay un 42% de británicos con al menos una dosis. En todos los casos, los europeos superan con holgura a la Argentina, que este viernes tenía 3.548.656 ciudadanos con una (2.890.230 ) o dos dosis (658.426). Esto es, el 7,7% de la población. O sea, 7,7 vacunados cada 100 habitantes.