La cuenta regresiva ya se inició. Justo Villar jugará el último torneo con la camiseta de
Newell’s y en julio partirá hacia el Viejo Continente, donde lo espera Valladolid (España). Y
de esta manera ese sueño que mantenía latente de jugar en Europa se hará realidad. “Es algo
bueno y que se venía manejando hace un tiempo. Es una chance linda que no siempre se puede
concretar”, sostuvo el arquero paraguayo en diálogo con Ovación, con una mezcla de sorpresa
por la noticia develada y la satisfacción de probar suerte en el primer mundo.
El interés y las negociaciones que venía llevando a cabo Valladolid no
son nuevos. En diciembre del año pasado este diario ya había anticipado que el futuro de Justo iba
a estar en Europa. La dirigencia de la entidad española intentó llevarlo a comienzos de 2008, pero
finalmente optó por esperar hasta el 1º de julio, día en que quedará libre ya que en Newell’s
está jugando sin contrato. Empero, para que ningún otro club lo seduzca se aseguró la firma del
contrato para que ni bien quede libre en el Parque se transforme en jugador banquivioleta, como lo
reconoció el propio director deportivo de la entidad, José Luis Caminero.
Al respecto, Villar confesó que “se está hablando del tema, sólo
faltaba que ellos estuvieran de acuerdo”.
—Te sorprendiste cuando te dije que Caminero adelantó el acuerdo.
¿Puede ser que lo tenían guardado y se apresuró en decirlo?
—(Se ríe) No, lo que sucede es que había algunos temas que
faltaban cerrarse. Seguramente se llegó a un acuerdo. Me vine a la pretemporada sabiendo que había
grandes posibilidades de que se definiera todo.
—Al final se confirmó lo que este diario venía manejando en
diciembre cuando vinieron los dirigentes españoles con el fin de contratarte.
—Sí, aunque todavía debo hablar con mi representante para ver qué
pasó porque había temas por cerrar.
—¿Es el momento para irte?
—El equipo no está pasando un momento ideal, pero creo que al
final del torneo estará bien porque confiamos en que se sacará a Newell’s de la promoción.
Irnos de esa forma sería la ideal.
—Todo tiene un final y los ciclos se cumplen. ¿Para vos es así?
—Creo que sí. Pasé por muchas cosas, desde ganar el torneo y
pelear abajo, con altibajos personales, ser figura en ciertos partidos o pasarla mal en otros. Me
sucedieron muchas cosas y no es que uno se desgasta, sino que los futbolistas pensamos en otro
desafío. Yo quiero uno para buscar otras cosas. La chance es muy buena y espero probarme hasta qué
punto puedo llegar.
—Me imagino que ya te hablaron de la casa que te darán y vos
averiguaste sobre la ciudad?
—(Risas) No, sólo me comentaron que es una ciudad chica y
tranquila. Después nada más.
—Empezarás con la despedida.
—De Newell’s nunca me voy a despedir. Yo pretendo disfrutar con el plantel y
trabajar al mismo tiempo para lo que se viene.