Trezeguet, el refuerzo que sueñan los hinchas de Central, envuelto en un escándalo

Los futbolistas ejercen una atracción irresistible para las chicas bonitas. Pasa en la Argentina y en el resto del mundo también. Por eso no resulta extraño cuando se relaciona a un jugador con una de las jóvenes y bellas modelos, actrices o cantantes que logaran un éxito instantáneo en la televisión.

Los romances entre las figuritas mediáticas del momento y las estrellas del fútbol son incontables, muchos han terminado en el altar, otros jamás se han llegado a confirmar, como, sin ir más lejos, el que días atrás vinculó a la vedetter Mónica Farro con el volante de Boca Jrs., Juan Ramón Riquelme.

Es extraño que esa ola mediática, que sacude el ambiente televisivo y futbolístico porteño, llegue a Rosario. No obstante, esta vez sucedió, de modo indirecto, es cierto, pero la noticia, que corrió como reguero de pólvora en los portales de chimentos, puso en estado de alerta a los hinchas de Rosario Central.

Y no es para menos. Que se rumoree que el jugador con el que el técnico canalla Miguel Angel Russo se habría reunido en las últimas horas para tentarlo para que vista la camiseta azul y amarilla con una de las mediáticas que supo alimentar los programas de chimentos durante meses es una bomba.

Ayer se publicó que el ex futbolista de River Plate y la selección francesa David Trezeguet vivía un tórrido romance con Virginia Gallardo, la rubia despampanante que se ganó un lugar en el programa de Marcelo Tinelli gracias al escandaloso romance que mantuvo con Ricardo Fort.

El rumor explotó en la prensa del corazón y también en los portales de deportes que se hicieron eco de la especie dado que uno de los protagonistas de la buena nueva era el jugador argentino con acento francés. Pero el entusiasmo duró poco y fue la provia Virginia Gallardo quien se encargo de atenuarlo.

"Es mentira", fue la escueta respuesta que dio cuando el portal de noticias del espcetáculo PrimiciasYa.com se comunicó para corrobar la especie. Y con apenas dos palabras echó por tierra una historia de amor que, si se concreta el proyecto de Russo, hubiera llegado al Gigante de Arroyito y a las tribunas del canalla.