La justicia española condenó a penas de hasta seis años de prisión por racismo a
seis jugadores del equipo de fútbol Bada-Bing, de la tercera división Regional de Cataluña,
por una agresión a sus rivales del Rosario Central, formado por argentinos y uruguayos.
Un juzgado de Barcelona condenó a seis de los jugadores a penas de hasta seis años y nueve
meses al considerar que el pasado 10 de enero cometieron delitos de “lesiones graves,
amenazas, coacciones, desorden público y daño moral”.
Según informó el diario La Vanguardia, el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC)
“el móvil principal del ataque fue el racismo”.
Dos de los jugadores del Bada-Bing, los hermanos Valentín e Israel Moreno Gómez, autores
materiales de las agresiones, que permanecen encarcelados desde el altercado, recibieron las
penas más altas.
Valentín fue condenado a 6 años, 9 meses y 18 días de prisión por los delitos de lesiones,
amenazas, coacciones y desorden público con el agravante de racismo, mientras que su
hermano Israel cumplirá una pena de 6 años y 9 días de prisión.
Los demás jugadores deberán cumplir penas de entre dos y tres años de cárcel, mientras que
un séptimo jugador fue absuelto porque “no quedó suficientemente probado que había
participado en la agresión”.
Los seis condenados deberán pagar al Rosario Central, equipo de la tercera división
Regional de Cataluña, compuesto principalmente por latinoamericanos, un total de 18.420
euros, en concepto de daños morales y físicos.
El juez consideró que no se trató de la típica pelea entre dos equipos, tantas veces
producida en un partido de fútbol de categorías inferiores, sino de un “ataque
racista”.
Durante el juicio, varios testigos protegidos del Rosario Central y de su afición
reafirmaron que los jugadores del Bada-Bing profirieron insultos racistas durante el partido
y que en la grada vieron a espectadores con indumentaria
skin, publicó el diario
El Periódico.
La novia de uno de los agredidos dijo que en las tribunas escuchó “insultos
absolutamente racistas” y describió la situación como “violenta y hostil”
desde el principio del partido, escuchando a algunos de ellos que decían “hay que
acabar con todos éstos que se reproducen como ratas”.
Cuando el presidente del Rosario Central llamó a la policía le gritaron: “nenaza, a
ver si vienen los Mossos (policía catalana) y empiezan a pedir papeles y nos reímos
todos”.
El juez recogió en la sentencia varios de estos insultos para demostrar el carácter
xenófobo del ataque sufrido por la plantilla del equipo, mayormente integrada por jugadores
sudamericanos, principalmente originarios de Argentina y Uruguay. (Télam).-