En el Coloso, todo le sienta mejor. Este Newell’s, ante su gente, se motiva y se las arregla para encontrar fórmulas y atajos más efectivos que derivan en resultados positivos. Y, cuando los merecimientos no surgen desde el juego, en esos escenarios apela a la determinación y al coraje para construir gestos y triunfos que alimentan un sendero con doble frente de competencia.
El 2-0 ante Godoy Cruz se inscribe dentro este proceso que atraviesa el conjunto rojinegro, que de local hace sentir un poderío que se está convirtiendo en una seña distintiva del ciclo que comanda Gabriel Heinze. Y fuera de su tierra, todo lo relativiza.
Esta victoria, repleta de carga emocional, le permite empezar a escapar de nuevo de ese manto de irregularidad que lo envuelve en su flanco interno. Al menos lo vuelve a ubicar en fase de avance. Es que en este equipo leproso todo es así. Muchas idas y muchas vueltas. Un paso adelante y otro para atrás.
Necesitaba dejar atrás el traspié en Lanús, que incluyó uno de los peores primeros tiempos de la temporada, y obligó a retroceder varios casilleros en esta curva de recorrido que hasta ahora no encontraba señales de ratificación luego los indicios que forjaba. En la liga, cada esbozo interesante venía seguido de alguna oportunidad desperdiciada o de algún golpazo inesperado. Y ante el bodeguero mostró lo mejor de su perfil combatiente.
A los 2’, comenzó a mostrar cosas interesantes por derecha Pérez Tica, Encontraba espacios atrás de Meli y sugería una llave para abrir el partido. El local se mostraba más picante, sobre todo por derecha, con escaladas de Mosquera, Recalde que bajaba unos metros y Pérez Tica que encontraba muchas licencias.
Newell’s trataba de armarse, sin apuro, y con la pelota como mejor socia de ocasión trataba de adueñarse del trámite. Pero Godoy Cruz, con muy poco, estrelló un remate en el palo izquierdo a través de Allende, a los 11’, y encendió algunas luces de alerta. Expuso vacilaciones del fondo leproso (con una llamativa lentitud de Velázquez) y avisó que nada iba a ser cómodo en el Parque.
Newell’s no encontraba caminos ni profundidad para llevar peligro al área rival. A los 16’, un remate alto de Ferreira, que de apoco se mostraba como la vía de ataque principal de la propuesta rojinegra. Siempre intentó desde su capacidad técnica pero no estaba claro en el tramo final.
A los 20’, un tiro libre de Ferreira desde la derecha terminó en penal por mano en el área bodeguera. Penal y Recalde facturó con un remate fuerte, al medio y a media altura, para asegurar la apertura rojinegra. Para despejar dudas y abrir el camino a la victoria. Claramente, lo que no llegó por caudal de juego y merecimientos, arribó por un regalo del rival y la lepra lo aprovechó.
Con esfuerzo y pocas ideas, Newell’s trató de llevar el partido a una zona favorable. Allí, apareció a los 34’ una gran contra de Ferreira, que le regaló el gol a Recalde, que entraba solo por izquierda, pero su disparo fue alto. Era el segundo. Mereció serlo.
A los 44’, lo tuvo Ferreira, tras un cabezazo de Recalde, que salió increíblemente desviado. Y ya en adicional, Hernán López tuvo la igualdad en sus pies, que se fue muy cerca. Newell’s se fue al descanso con una ventaja, exigua, merecida, a la que no le sobraba nada ni le otorgaba mucho margen de maniobra.
El dueño de casa salió sin cambios al complemento. Y, en un trámite anodino, sin emociones, la tarjeta roja a Ditta, a los 5 minutos, por infracción a Núñez, pudo cambiar la historia del encuentro.
Heinze metió a Ortiz, rearmó la línea de 4 atrás. Y ubicó a Sordo y Pérez Tica en línea de volantes para solidificar la estructura de juego. Newells complicó más un partido que nunca le resultó sencillo. Y Godoy Cruz nunca fue inteligente para sacar rédito de esa ventaja.
A puro corazón, dejando el alma en cada pelota, Newell’s trataba de disimular la desventaja numérica. Hubo aplausos para Pérez Tica y Sordo, por su esfuerzo incondicional en la cancha.
A los 21’, Allende estuvo a centímetros del empate con una zambullida en el área chica. Y, a los 23`, Hoyos conjuró un fuerte disparo de afuera del área.
A los 28’, Newell’s tuvo una muy clara con una contra de Pérez Tica, que en total soledad definió mal, al cuerpo del Ruso Rodríguez. Pudo sentenciar el resultado
Y, a los 35’, Reasco se escapó, Larrosa lo bajó y recibió una roja que serenó y le dio más confianza a Newells. El ecuatoriano aguantaba todo arriba y ponía nerviosa a la defensa rival.
En el adicional, Mosquera selló la sufrida victoria con una aparición fantasmal en el centro del área tras pase de Gómez. Fue otro impresionante grito de desahogo de los hinchas que festejaron largo este nuevo paso victorioso. Ni siquiera un remate en el travesaño en la expiración del pleito pudo cambiar el halo victorioso de la lepra.
Así, en su terruño volvió a darse el gusto enorme de cosechar en grueso. Y dejó en evidencia que todo lo que puede soñar, lo comienza a gestar desde el Coloso, su cuna y su gran fortaleza.
¡LA LEPRA MOSTRÓ CARÁCTER Y VENCIÓ AL TOMBA EN ROSARIO! | Newell's 2-0 Godoy Cruz | RESUMEN