La familia de Edgardo Bauza se vio en la obligación de salir a aclarar la situación del Patón tras algunas declaraciones inoportunas de personas ajenas al entorno del ex entrenador, y el encargado de hacerlo fue su hijo Maxi, quien lo primero que aclaró fue que su padre "no tiene Alzheimer", sino una enfermedad neurodegenerativa, "tiene otro nombre que es demencia temperofrontal, pero aclaro que mi viejo está muy bien y, sobre todo, bien cuidado", explicó.
“Lo más importante que quiero que se sepa es que mi viejo está bien, está contenido, está tranquilo. Lo estamos cuidando, sobre todo Maritza (su actual pareja), que está con él allá en Quito, junto a mi hermanito Nico. El se queda en Quito. Quiero que se queden tranquilos, que él está bien, está cuidado. Obviamente, está totalmente fuera del ruedo y atravesando esto. Pero bueno, lo estamos acompañando y está bien. Eso más o menos es lo que quiero dejar: que está bien”, describió.
"Insisto. Está bien, contenido. Nos duele lo que está pasando, lo aceptamos y hay que llevarlo. Pero está bien, no está sufriendo", comentó Maxi.
El hijo del Patón también quiso remarcar el agradecimiento de la familia hacia los hinchas del fútbol: "Agradecemos el cariño y todo el apoyo. No solamente de los hinchas de San Lorenzo, Rosario Central y Liga, porque se siente mucho el apoyo de muchísima gente y está buenísimo que pase”.
Bauza se retiró en octubre del año pasado de la dirección técnica y en un comunicado a través de las redes sociales su familia explicó que se debía a "estrictas razones de salud".
"Los motivos de mi decisión responden estrictamente a razones de salud. Entendí y acepté que, para mi propio bienestar y para el de mi familia, debía apartarme del trabajo que me apasiona y con el que conviví durante tantos años, luego de mi etapa de futbolista", expresó el "Patón" en el escrito.
En su carrera como futbolista, Bauza estuvo en Rosario Central, donde convirtió 99 goles y ganó los torneos de 1980 y 1987, y también jugó en el fútbol mexicano y en la selección argentina, e incluso integró el plantel albiceleste en el Mundial de Italia 90.
Como técnico salió campeón de la Copa Libertadores con Liga de Quito (2008) y San Lorenzo (2014), además de conseguir el título de la Copa Argentina (2018) con Rosario Central, mientras que también dirigió en Vélez (2001-02), Colón (2002-2006), San Pablo (2016), y las selecciones de Argentina (2016-17), Emiratos Arabes y Arabia Saudita, ambas en 2018 antes de su última etapa en el Canalla.