El 4 de agosto, luego del triunfo por Copa Argentina ante San Martín de Tucumán, Marcelo Gallardo dejó una declaración que hoy suena lejana. En conferencia de prensa, el técnico de River comparó los rendimientos de Gonzalo Montiel y Marcos Acuña con los regresos de dos campeones del mundo: Ángel Di María y Leandro Paredes, quienes habían vuelto al país para jugar en Rosario Central y Boca Juniors, respectivamente.
“Es normal tener que volver a adaptarse al fútbol argentino. Ellos vienen de ser campeones del mundo, de otras ligas donde se juega diferente. Mismo a ellos, aunque a veces se crea que no, les cuesta adaptarse a nuestro fútbol, a nuestra vida”, explicó Gallardo en aquella rueda de prensa.
El DT fue incluso más enfático al proyectar cómo sería el regreso de los ídolos. “Como les va a costar a otros chicos que han vuelto, que enaltecen al fútbol argentino, como el caso de Di María y Paredes. Volvieron ahora y les va a costar muchísimo también porque se juega de otra manera, se vive de otra manera. Entonces hay un proceso”, sostuvo Gallardo, buscando graficar la complejidad del medio local.
“El fútbol argentino no te da la posibilidad de ser superior con facilidad a ningún equipo. Hay una gran mentalidad, un gran deseo de espíritu para competir. Eso lo hace mucho más complejo”, añadió.
Tras esas declaraciones fue el propio Di María quien le contestó a Gallardo días después durante una conferencia de prensa: "Escuché sus declaraciones, pero la verdad es que no estoy sintiendo que me esté costando".
Embed - DI MARÍA: "ESCUCHÉ A GALLARDO. LA VERDAD ES QUE NO ESTOY SINTIENDO QUE CUESTE"
Di María y Paredes, figuras sin período de adaptación
Tres meses más tarde, la realidad deportiva contradice las palabras del entrenador millonario. Ángel Di María, emblema de Rosario Central, se adaptó desde el primer minuto al fútbol argentino y se convirtió en la gran figura del equipo de Ariel Holan, que ya está clasificado a la Copa Libertadores 2026 con fechas de sobra.
En el mismo sentido, Leandro Paredes se consolidó en el mediocampo de Boca Juniors como eje del juego y referente de jerarquía. Su rendimiento fue clave en la recuperación del equipo xeneize, que también aseguró su plaza en la próxima Libertadores.
Ambos, lejos de sufrir el “proceso” que auguraba Gallardo, se adaptaron con naturalidad y están entre los mejores rendimientos del torneo.
River, sin respuestas y con la clasificación en duda
Mientras tanto, River vive un presente preocupante. El equipo acumula una performance baja, con derrotas repetidas -este domingo vapuleado por el propio Boca en el clásico- y sin todavía asegurar su lugar en la Copa Libertadores.