La provincia asegura que la prohibición a la exportación de pescado busca garantizar el futuro de la actividad
A partir del 3 de diciembre, se suspende la venta al exterior. También están restringidas la captura comercial y deportiva del surubí y del dorado
10 de noviembre 2025·06:30hs
A partir del próximo 3 de diciembre, Santa Fe suspenderá por un año el acopio y exportación de pescado de río. La decisión no prohíbe la pesca ni afecta a la comercialización de peces provenientes de criaderos, pero genera incertidumbre entre cooperativas de pescadores que advirtieron que en otras provincias de la cuenca del Paraná -como Entre Ríos o Buenos Aires- la prohibición no existe. Para el ministro de Ambiente y Cambio Climático de la Provincia, Enrique Estévez, la medida es una herramienta para "preservar la biodiversidad y garantizar el futuro de la actividad pesquera”.
Es la primera vez que la provincia suspende la exportación de pescado (la que más se exporta es el sábalo) con el objetivo de proteger las especies. A través de una resolución conjunta de losministerios de Ambiente y Cambio Climático y de Desarrollo Productivo santafesinos, desde el 3 de diciembre y hasta el 1º de octubre del año próximo se prohibió exportar cualquier especie de pescado cuyos ejemplares hayan sido capturados en los ríos que atraviesan su territorio y se suspendió, por el mismo plazo, la entrega de licencias de acopio relacionadas con la comercialización y transporte con destino a la exportación.
La medida, asegura Estévez, "no afectará el consumo local ni la exportación de peces de criadero", pero permitirá "preservar la biodiversidad y garantizar el futuro de la actividad pesquera”.
La resolución responde a un contexto ambiental crítico. Los estudios más recientes del Proyecto Ebipes _que tiene como objetivo mejorar el conocimiento sobre los recursos pesqueros de la cuenca del Río de la Plata para su manejo sustentable_ revelan una drástica caída en los niveles hidrométricos y en la población de sábalos con capacidad reproductiva.
De acuerdo a la iniciativa de la que participan el gobierno nacional, las provincias, universidades y la Prefectura Naval, solo seis de cada 100 ejemplares de sábalo están en condiciones de reproducirse. Este dato resulta inquietante, ya que este pez es la base de la cadena alimentaria del río Paraná y una de las principales especies destinadas a consumo interno y exportación.
“El sábalo es un eslabón clave del ecosistema y también de la economía pesquera. La evidencia científica es contundente: necesitamos reducir la presión extractiva para asegurar su sostenibilidad”, explicó el ministro de Ambiente y Cambio Climático de Santa Fe. “La medida no afectará el consumo local ni la exportación de peces de criadero. Buscamos preservar la biodiversidad y garantizar el futuro de la actividad pesquera”, agregó.
De acuerdo al último informe de la Secretaría de Agricultura y Pesca de Nación, en 2023 se exportaron casi 12 mil toneladas de pescado de río. De este total, 8.500 toneladas correspondieron a la misma especie: el sábalo. Tres provincias fueron las principales exportadoras: Entre Ríos y Santa Fe están a la cabeza, con 4.284 toneladas y 3.721, respectivamente. Buenos Aires sumó otras 552 toneladas.
Los cargamentos con pescado del Paraná tuvieron a Colombia, Bolivia, Brasil, Costa de Marfil y Nigeria como principales destinos.
pescado
Lagunas secas y presión de pesca
Según se explica desde el ministerio de Ambiente, la situación crítica del sábalo se origina por múltiples factores: la bajante prolongada del río Paraná, las bajas temperaturas y la intensa presión pesquera. Los niveles actuales del cauce generan una desconexión entre el río y las lagunas de desove, lo que dificulta la reproducción natural. A esto se suma la captura de ejemplares adultos, los únicos con capacidad reproductiva, lo que agrava aún más el panorama.
El sábalo, que se alimenta de sedimentos y materia orgánica del fondo del río, es también alimento esencial para especies como el dorado y el surubí. Por eso, su disminución impacta no sólo en el ecosistema, sino también en la economía regional y en el consumo interno, ya que abastece a pescadores artesanales, frigoríficos y mercados locales.
Un plan ictícola
La restricción a las exportaciones forma parte del Plan Ictícola Provincial, dictado por la Justicia y debatido en mesas participativas con pescadores, cooperativas y especialistas. La iniciativa se alinea con las políticas nacionales e internacionales de conservación, que buscan equilibrar la explotación comercial con la recuperación de los recursos naturales.
La provincia confirmó que la pesca para consumo interno y la exportación de especies de criadero seguirán habilitadas. En paralelo, el Ministerio de Desarrollo Humano e Igualdad mantiene programas de asistencia para los trabajadores del sector afectados por la medida.
Aun así, la decisión generó críticas en las cooperativas de pescadores.
También el surubí y el dorado
En paralelo a la restricción de la exportación de sábalo, hace dos semanas Santa Fe estableció una veda total para la pesca comercial y deportiva del surubí pintado y atigrado, vigente del 1º de noviembre al 31 de diciembre de 2025. Durante ese período queda prohibida la captura, acopio, transporte y comercialización de estas especies.
Además, continúan las restricciones permanentes para el dorado, a excepción de la pesca deportiva con devolución obligatoria; el pacú y el manguruyú, cuya pesca está totalmente prohibida.
Estas medidas se complementan en una estrategia integral de conservación que apunta a sostener la biodiversidad del Paraná y asegurar que la actividad pesquera, vital para cientos de familias, pueda perdurar en el tiempo.
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