Los referentes de taxis y remises de Rosario se presentaron este lunes ante el Concejo Municipal para solicitar una actualización del 25% de la tarifa única, que según advierten está congelada desde enero de 2025. Además, plantean la crítica situación que atraviesa el turno noche por la falta de conductores.
Tanto titulares como peones de taxis se reunieron con concejales de la Comisión de Servicios Públicos del Concejo para solicitar un incremento del 25%. “Hay que tener en cuenta que desde enero no se actualiza”, reclamó Horacio Yanotti, secretario general del sindicato de Peones de Taxis y dijo que al tener una bajada de bandera y ficha estancada el salario asegurado de los conductores no supera los 700 mil pesos.
Yanotti planteó en LT8 que la situación del sector es “caótica” y apuntó contra las aplicaciones ilegales como Uber y Didi por sus tarifas “irrisorias y fuera de lo que es un servicio público”. En este sentido, el gremialista señaló: “Si el municipio quiere sostener el servicio de taxis no van a tener problema de actualizarla porque debemos tener en cuenta los costos de la actividad: sueldo, combustible y mantenimiento del vehículo”.
En este contexto, la actividad taxista se mantiene a regañadientes y “ya no es tan rentable” lo que genera deserción al volante o traspaso a la clandestinidad.
Sin choferes en el turno noche
A la par de Yanotti, se presentó José Luis Oliva, responsable de la Seccional Santa Fe de la Federación Argentina de Remises (Farem), para poner en discusión el decreto 67.773 de la Municipalidad de Rosario firmado el 22 de agosto que unificaba las tarifas de los servicios de taxis y remises.
En la norma se establece "la unificación del esquema tarifario vigente para el servicio público de taxis, quedando establecida la tarifa para las 24 horas los 7 días de la semana" con el siguiente esquema de precios: la bajada de bandera se fijó en 2.117 pesos, mientras que la ficha cada cien metros recorridos se estableció en 89 pesos, al igual que el minuto de espera”.
“El decreto que unifica la tarifa diurna con la nocturna genera una deserción en el turno noche por el cual se cobraba una diferencia salarial tal cual está establecido en la ley de Contrato de Trabajo”, dijo Oliva a LT8.
El referente de los remiseros preguntó por los criterios a la hora de tomar esta decisión que “perjudicó a los trabajadores y a las empresas que no consiguen un chofer para el fin de semana o turno noche por no tener una diferencia en el salario”.
Oliva afirmó que uno de cada tres choferes se bajaron del taxi o remis y los que se quedaron porque “necesitan trabajar y aceptaron las condiciones”, pero la decisión de unificar la tarifa “generaron un perjuicio terrible en el salario de los trabajadores”.
Yanotti en diálogo con La Capital reconoció esta caída de trabajadores y aseguró que “en tiempos de crisis no se piensan mucho las acciones” para recordar que el Sindicato de Peones que representa adelantó que una reducción de conductores iba a suceder: “El trabajador con el diferencial por el fin de semana o la noche se perdió”.
Al recordar normas internacionales de trabajo que apuntan a mejorar el salario en horarios o días especiales, Yanotti reconoció que además de perderse “muchos taxistas se volcaron a la clandestinidad o muchos titulares de taxis pasaron de tener dos turnos a tener uno solo”.
El tesorero de la Cámara de Titulares de Taxis Rosario (Catiltar), José Iantosca, reconoció la falta de personal, pero lo explicó por “la poca plata que se gana” y la cantidad de viajes que se perdieron “sobre todo el turno noche que es todo por aplicaciones ilegales”.
Iantosca descartó que la unificación de la tarifa sea el motivo de la deserción de choferes en el turno noche o fin de semana, sino que "los viajes que quedan” se dan por plataformas como Didi y Uber al tener una tarifa 30% menor a la del servicio público.
Frente a esto, el integrante de Catiltar señaló que los precios que ofrecen las aplicaciones hacen que “ni teniendo tener la mejor tarifa” se pueda competir y puso de ejemplo los precios promocionales que ofrecen a raíz del decreto Nº 67.773, que todavía “no cambió nada porque no llegó a la gente por falta de difusión”.