Está perfecto que Diego Osella no ponga excusas, es más, así debería ser siempre en un ambiente como es el fútbol que por lo general está lleno de pretextos. Esto es destacable a la hora de valorar al DT leproso. Es meritorio que no entregue reparos ni llore cuando le toca perder un partido. Desde lo estrictamente obvio se puede agarrar el entrenador rojinegro para decir que "Newell's perdió por una desconcentración en una pelota detenida". No falta a la verdad debido a que el único gol de la tarde del sábado en Florencio Varela fue producto de que Alexander Barboza se escurrió de la doble marca de Mauro Formica y Nehuén Paz y estableció el 1 a 0 definitivo para los de Florencio Varela. Eso es cierto e irrebatible desde lo fáctico. Pero está claro que el análisis táctico y estratégico de un partido excede lo que es una sola acción que se produce a lo largo de 90 minutos de juego. Porque en el balance general se podría agregar otra frase a la definición de Osella sobre la caída. Y es que además de haber perdido por la pelota parada, "Newell's también perdió por la pelota en movimiento". Precisamente porque cuando a la bocha la tuvo el rival los rojinegros sufrieron el trámite. Y, además, cuando el balón estuvo en los pies rojinegros nunca hubo chispa, claridad, atrevimiento ni rebeldía para ir para adelante y hacerle sentir el rigor al equipo de Sebastián Beccacece.