No, ni ahí, porque todo es muy reciente. Llevo todo con tranquilidad. Lo que pasó anoche en el Gigante sigue muy fresco en mi mente y corazón. Todavía no me puse a pensar que ante Libertad fue mi último partido. Por ahora lo tomo como que estoy de vacaciones porque para el plantel terminó la competencia, ja. Tal vez el día que el grupo vuelva a entrenar, que será el mes que viene, ahí sí me caerá la ficha. Mientras tanto trato de seguir disfrutando de este presente tan lindo. Pero como la decisión estaba bien tomada lo asimilaré bien.
Terminaron siendo momentos hermosos. Cada uno tuvo lo suyo, sea el antes como el después. Pero el hecho de recibir semejante reconocimiento por parte de la gente y compañeros es algo que nunca podré borrar de mi memoria. Terminar la carrera de esta manera fue lo que siempre soñé. Disfruté muchísimo lo que pasó anoche (el miércoles). Sobre todo porque mi familia estuvo a mi lado en un instante tan especial. Más no podía ni puedo pedir. Soy un eterno agradecido a todo Central.
¿Te sobrepasó todo este reconocimiento?
No sé si fue así, pero debo reconocer que pasó algo muy lindo con la gente durante todo este último tiempo. También es verdad que esto es algo que busqué y sé que es algo muy difícil de lograr a la vez. En este sentido soy un privilegiado de haber pasado por todo esto. Incluso me llegó un mensaje muy particular de Gustavo Lorenzetti (ex canalla actualmente en Nacional de Uruguay), quien además de felicitarme me dijo que cumplí el sueño de muchos chicos que también son hinchas de Central. Cómo no voy a disfrutar de todo esto si nací acá, debuté en mi casa y me retiré en el club que amo.
¿Sos consciente de que jugadores de la talla de Lucho Figueroa, Chelito Delgado o el Kily González no lograron ser reconocidos como merecían, es decir vistiendo la camiseta que más quieren?
Por eso mismo digo, esto que me tocó vivir no es fácil de conseguir. Sobre todo en los últimos años, que por una cosa u otra hizo que todo se vaya dando de diferentes maneras. Realmente siento orgullo en este aspecto porque pude terminar mi carrera como quería.
Pensar que estuviste a punto de retirarte hasta que te llamó Coudet e invitó a volver.
Sí, es así. Estaba en Vasco da Gama y tenía un año más de contrato, que era muy bueno por cierto. Pero como mi esposa quedó embarazada de nuevo decidimos irnos de Brasil porque estábamos sólos y ya no podía dejarla tanto tiempo con dos hijas chicas y otro en camino. Priorice mi familia y me hice la cabeza que dejaba el fútbol porque tampoco quería ir a otro lado. Pero un día me llamó el Chacho y me dijo que quería sumarme si tenía ganas. Obviamente no me hizo falta pensarlo dos veces porque soy hincha y además era la única o última chance que iba a tener. Y fue así que fui rápido a Brasil para hablar con los dirigentes y rescindir el vínculo sin dudar. Empecé entrenando solo hasta que cerré con Central y después llegó todo lo lindo que hizo que hoy en día los hinchas me brindaran sólo afecto.
¿Coincidís que tu caso fue al revés de la lógica, es decir que te forjaste afuera y volviste con otra impronta hasta convertirte en ídolo?
En parte es así porque me vendieron al año que Miguel Russo me hizo debutar. En ese momento no busqué irme, pero Central hizo una buena transferencia y uno a veces no elige o decide. Luego estuve 12 años afuera entre Brasil, España y Emiratos Arabes hasta que pude regresar a mi casa, que prácticamente era lo que más quería desde que me fui. Tuve la suerte de volver y lo aproveché. Con respecto a eso de ídolo no creo que sea así pero sí reconozco que siento el afecto de la gente de manera muy especial. Me lo hacen notar en la cancha o calles desde hace un buen tiempo ya.
¿De verdad pensás que no sos ídolo?
Es que nunca me gustó autocatalogarme. Lo que sí sé es que la gente me hace sentir muy feliz y disfruto de eso ante todo.
¿Entonces sos el jugador del pueblo?
Soy un jugador que siempre dejó todo y la gente me hizo sentir su afecto. Me quedo con eso. No le pongo un título a la relación que se forjó con el hincha, que ayer (el miércoles) me brindó un reconocimiento impresionante que no olvidaré jamás, como tampoco mi familia.
¿Por qué creés que el hincha te banca tanto?
Porque vio la manera que tengo de jugar. Siempre me brindé al máximo. En ese sentido me caracterice por dejar la vida en cada cancha. No sólo acá vieron eso sino además en los diferentes clubes que estuve.
¿Y los tres goles que le hiciste a Newell’s te terminaron de meter en la piel de la gente?
Puede ser. Es que esos goles te marcan a fuego. Aunque los hinchas siempre reconocieron mi entrega por el equipo. Vieron desde un primer momento que busqué lo mejor para el club en cualquier cancha. Aunque esos tres fueron especiales para todos, eso es indudable. Representaron mucho porque fueron seguidos y por distintos torneos. Pude convertir de visitante, en el Gigante y en la Copa Argentina con todo lo que terminó representando ese triunfo.
¿Alguno disfrutaste más que otro?
No, todos por igual. Los goles con la camiseta de Central se disfrutan siempre, al menos para los que venimos de abajo y somos hinchas. Pero los tres goles que me tocó hacer en los clásicos tuvieron un sabor especial por lo que representa este partido para toda la ciudad y gente.
¿Ahora que pasó mucho tiempo, el gol de taco en cancha de Arsenal fue de casualidad?
No, porque hice seis goles de taco en mi carrera. Antes del clásico en Sarandí venía de hacerle uno a Almagro, también por Copa Argentina. Cuando jugaba en Corinthians se lo hice a Portuguesa, en Emirates ante Al-Shabab, después hice otro contra Rafaela, que en realidad fue medio taco, y el otro no recuerdo el rival en estos momentos.
¿La carrera te pasó muy rápido o considerás que se te hizo eterna porque jugaste casi 17 años en primera?
No, esto pasa más veloz de lo que uno piensa o imagina cuando está en inferiores. Por eso, ahora que ya no juego más, es para disfrutar cada momento. Cada instante, sea en el vestuario, práctica, concentración o partido mismo. Eso sí, lo importante en todo esto es mantener una línea de respeto, profesionalismo y serenidad porque son cosas que uno deja cuando se retira.
¿Cuál es el título más importante que ganaste en tu carrera?
Si bien gané campeonatos en Corinthians, Emirates, Gremio y Botafogo, sinceramente haber logrado la Copa Argentina con Central fue lo mejor que me pasó. La disfruté como jugador y como hincha.
¿Entonces tuviste el final de ciclo que soñabas?
Ni hablar. Siempre soñé con retirarme en la manera que gracias a Dios pude hacerlo. Sobre todo cuando estaba en las inferiores. Creo que me pasó de todo en mi carrera. Y como también sé que lo vivido en el Gigante es algo para pocos, me siento realmente un privilegiado.
¿En algún momento, sobre todo cuando no tenías continuidad, pensaste en tener otro final debido a que en Central hubo varios casos que la pasaron mal en los últimos años?
No, jamás se me cruzó por la cabeza. Si lo pensaba no venía además. Siempre pensé en positivo. En dar lo mejor en cada práctica y partido. La idea era terminar bien. Pero lo que nunca imaginé era hacerlo así. Es decir recibiendo una inmensa gratitud.
¿A qué te vas a dedicar de ahora en más?
A la familia ante todo. Fueron muchos años en los que no pude disfrutar al máximo de lo que para muchas personas son simples como compartir cumpleaños de hijos, padres o esposa. Luego analizaré qué haré, pero no me veo dirigiendo primera como tampoco siendo director deportivo. Por ahí sí podría proyectar algo con los más chicos porque lo mío es el fútbol. Pero por ahora quiero disfrutar junto a los míos. Lo importante es que todos estemos bien y gocemos de buena salud.
¿Cómo definirías a tu carrera?
Como increíble. Lo que viví fue algo espectacular, maravilloso. Nunca imaginé recibir tanto del fútbol. Jugué en grandes clubes y ligas. Es para disfrutar y humildemente sentir orgullo porque cuando era chico quería ser jugador. Y ese sueño se hizo realidad. Encima tuve un final de película. Me salió todo redondo como la pelota misma, no me puedo reprochar nada. Central es mi vida y la gente seguirá vigente en mi corazón.