Ya se empezó a disputar fuerte el partido entre Central y Boca por Copa Argentina. Arrancó mediáticamente y en zona de escritorios. Desde Arroyito recibieron ayer el dato preciso de que los xeneizes desean llevar a cabo el encuentro por los cuartos de final el miércoles 26. Automáticamente los directivos saltaron como rana dentro del aceite hirviendo y se comunicaron con la organización del torneo para fijar postura. O al menos ser escuchados a tiempo. "Les informamos que estamos dispuestos a jugar el próximo 19 o en su defecto pasar la fecha para el 2 de noviembre. Pero de ninguna manera 72 horas después de haber jugado el clásico, que será el domingo 23, con toda la tensión y desgaste físico mental que eso le genera al jugador. Queremos equidad, además de que para nosotros será como una final porque las heridas siguen abiertas de la final pasada", aseveró con firmeza el vicepresidente segundo auriazul, Ricardo Carloni, a este medio.