Las pretemporadas suelen ser traicioneras en ese intento de buscar precisión en un momento en el que el físico actúa a otro ritmo. Pero hay situaciones en las que la dureza de los músculos tiene una nula injerencia y son las que tienen que ver con decisiones de juego en las que no se puede ni se debe fallar. A Central le faltó fútbol para quedarse con el título, pero el haberse quedado con las manos vacías tuvo mucho que ver con algunos errores propios. Sí, la referencia es para esa mala salida de Mac Allister dentro del área chica que terminó en el segundo gol de Coquimbo ante los dirigidos por Miguel Angel Russo.
Esa acción había arrancado con una mala cobertura del Colo Rodríguez, pero después de algunos rebotes la pelota le quedó al canalla y a Mac Allister se le nubló la vista. Teniendo varias alternativas eligió la peor, despejó hacia el centro y no hizo otra cosa que forzar el rebote en Galani, para que la pelota sorprendiera a todos, incluso a Servio.
Un pase hacia atrás del propio Mac Allister, que Komar dejó pasar entre sus piernas, desembocó en el gol de Universidad de Chile en el primer partido y, pocos días después, no hubo escarmiento ni aprendizaje.
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Tropiezo. Central cometió errores defensivos que le costaron la derrota en Chile.
LA CAPITAL/Virginia Benedetto
En el gol del empate (un verdadero golazo) también se notaron algunas fallas importantes, entre el Colo Rodríguez que encimó mal y de Almada, al que le giraron dentro del área.
Hay muchas frases hechas en el fútbol y una de ellas es que “es mejor que los errores se cometan ahora y no cuando comience el torneo”, pero a este equipo en formación esos errores le patearon en contra.
Por eso no hay demasiadas excusas en las cuales buscar refugio. Porque puede haber ataduras desde lo físico que impidan la fluidez y la claridad en el juego, pero frente a errores de este tipo el sufrimiento permanecerá, sea en un momento de preparación o ya con la competencia oficial en marcha.
Montoya volvió al ruedo
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Recuperado. El chaqueño reapareció en el primer equipo canalla tras el largo parate.
LA CAPITAL/Virginia Benedetto
En medio de los pocos aspectos positivos que tuvo el partido para Central estuvo sin dudas la presencia de Walter Montoya, quien ingresó a los 18’ del complemento. Es que fue la vuelta después de un largo tiempo de recuperación por una operación en el tobillo. Su último partido había sido en la victoria en el clásico, en el torneo pasado.
Russo lo está llevando de a poco y esta vez fue al banco (contra Universidad de Chile directamente se quedó afuera), pero cuando Coquimbo se puso en ventaja el DT lo mandó a la cancha, en la posición en la que lo hacía con Tevez, por el centro del campo.
Estuvo prolijo con la pelota, pero está claro que le falta ritmo, al igual que el resto, aunque en este caso hay un tiempo de inactividad pronunciado.