El torneo de inferiores de AFA jugado en el primer semestre llegó a su fin y Newell’s terminó en el cuarto puesto en la tabla acumulada, en la sumatoria de puntos de las categorías 4ª a 9ª. “A los chicos les enseñamos a ganar”, argumentó el coordinador del fútbol juvenil e infantil rojinegro Enrique Borrelli, para explicar una de las razones de esta campaña. Borrelli, que empezó su trabajo a comienzos de este año, señaló que lo realizado es “la confirmación” de que hay “buenos futbolistas”, que lo ilusionan con que algún día triunfen en primera.
El torneo se dividió en dos zonas de 13 equipos, los cuales se enfrentaron entre sí a una sola rueda, además de disputar un encuentro interzonal. Newell’s estuvo en la zona B con Vélez, River, San Lorenzo, Independiente, Unión, Talleres, Banfield, Tigre, Atlético Tucumán, Estudiantes, Patronato y San Martín (San Juan). El partido interzonal fue ante Central. La categoría rojinegra que llegó más lejos fue la 7ª, dirigida por Diego Mateo, que jugará la final (ver aparte).
¿Cuál es la evaluación del rendimiento general?
Primero, la confirmación de que tenemos buenos futbolistas. Felicito a los entrenadores anteriores y a los que tengo ahora, de los cuales creo que el ciento por ciento, salvo Aldo Duscher y algún otro, vienen trabajando hace tiempo en el club. Y también felicito a los coordinadores anteriores, porque hicieron un trabajo que yo puedo mostrar. Si no hubiese tenido futbolistas hubiera sido más complicado lo conseguido. Lo segundo, que tiene que ver más directamente con nuestro trabajo, es que a los chicos les enseñamos a ganar. No quiere decir que perder en inferiores sea la muerte de nadie. Pero para mí es importante enseñarles a ganar, lo que no es lo mismo que decirles que hay que ganar. Hicimos un trabajo muy fuerte en ese aspecto, en lo mental y psicológico. Esto llevó a que hoy le tomaran el gusto a ganar. Cuando sucede eso generalmente no se pierde. Pero obviamente hay que sostenerlo en el tiempo y eso no es nada fácil.
En el torneo del segundo semestre de 2018, Newell’s quedó décimo en la tabla general. ¿Lo tenías presente?
No me fijo en eso. Cuando voy a un club nunca me fijo lo que se había hecho. Si estuvo algo bien, lo digo. Y si no fue así, me lo guardo para mí. Son colegas que no merecen ninguna clase de crítica porque hay que ver en qué contexto hicieron bien o mal las cosas. Mi preocupación fue a partir del 2 de enero, cuando comenzó acá mi trabajo. Mi objetivo no es superar al que estuvo atrás mío.
¿Hay alguna categoría que merece resaltarse?
Me sorprendió mucho el trabajo de la 9ª (finalizó 3ª, a tres puntos de River y Vélez). Vengo de coordinar tres clubes en Buenos Aires (Independiente, San Lorenzo y Argentinos) y antes de presentar un equipo en novena de AFA tenés tres años de altísima competencia contra los mismos rivales que luego te vas seguir enfrentando. Newell’s no tiene esa misma chance, porque no compite en infantiles de AFA. Sin embargo, de la mano de Adrián Taffarel y de su cuerpo técnico, hicieron un trabajo increíble. Formaron un equipo muy fuerte, sólido y competitivo.
¿Qué te provoca que una categoría, la 7ª, juegue la final?
Es una alegría, fundamentalmente por lo que significa ese partido. Para el futbolista es de extremo crecimiento. Quizás no vivan algo así nunca más. Es importante para ellos por la posibilidad de ser campeones, que siempre es algo lindo. Y después porque es de crecimiento, tanto por lo que se vive en la semana como por el partido en sí.
Para Diego Mateo, que está haciendo su primera experiencia como DT, también debe ser crecimiento.
A Diego lo considero con muchas condiciones y parado sobre la tierra. Es consciente de lo que sabe y lo que le falta. Lo veo crecer en el día a día. Estoy convencido de que no es el mismo entrenador que cuando comenzó el torneo. Hoy (ayer) estuvimos hablando y le dije que lo veía mejor que los primeros días y él comentaba que se sentía más cómodo, más tranquilo y que leía los partidos de otra manera.
Es probable que con esta actuación de Newell’s, el hincha se ilusione con que haya jugadores que suban en algún momento a primera. ¿Qué se les puede decir a ellos?
Que me ilusiono igual que ellos. Estar ahí arriba, y ser el único equipo del interior clasificado a una final, significa que hay buenos jugadores. De otra manera, eso sería imposible. Y también que existe un grupo de trabajo serio, que hace lo que debe, convencido de una idea. Si se juntan esas dos cosas, mejorando y ajustando todo el tiempo, es muy probable que lleguemos al éxito, que es tener a un muy buen futbolista triunfando en la primera. Con Kudelka quedamos que cuatro de los cinco chicos que habíamos subido a entrenar con la primera jueguen el fin de semana en inferiores. Nicolás Castro y Brian Gamarte estuvieron con la cuarta y Luciano Cingolani y Nazareno Funez, que hizo un gol, con la quinta. El único que no bajó es Facundo Pardo. El informe que tengo es que los cuatro tuvieron un excelente rendimiento. ¿Por qué menciono esto? Un chico que va a primera, baja a su división y se entrega al máximo es una señal de que su cabeza está en orden. Y para nosotros, indica que estamos haciendo las cosas bien.