Dejó ser promesa para convertirse en realidad. Bélgica había llegado a Rusia como uno de los candidatos a hacer un gran Mundial. Y no desilusionó. Todo lo contrario. Junto a la finalista Croacia fue el seleccionado que terminó cautivando al futbolero por el juego tan dinámico como desfachatado desplegado a la hora de la verdad. Ayer atendió en San Petersburgo a Inglaterra. Le ganó 2 a 0 y terminó haciendo historia, ya que conquistó el tercer puesto en el Mundial que finalizará hoy con el encuentro que sostendrán croatas y franceses en Moscú.
La banda comandada por el capitán Eden Hazard se despidió de suelo ruso a todas luces. La Bélgica dirigida por el español Roberto Martínez superó lo hecho por aquel equipo de ensueño de Enzo Scifo, Jan Ceulemans y Jean Marie Pfaff en México 86, que perdió con Francia (4-2 en tiempo extra) y quedó en el meritorio cuarto puesto.
Pero la historia en Rusia es diferente. En la primera fase, compartiendo el grupo G, los diablos rojos domaron a los británicos con un 1-0 en Kaliningrado, que le valió para terminar como primeros de la llave con 9 puntos y dejar a los ingleses segundos con seis.
Inglaterra perseguía en Rusia los pasos del legendario combinado de Bobby Charlton, Bobby Moore y Gordon Banks que ganó el Mundial del 66 siendo anfitrión. Esta vez mediante una camada de jóvenes proyectos que se destaparon en la copa para sorpresa de propios y extraños.
El partido de ayer fue realmente atractivo. Las emociones en San Petersburgo llegaron rápido. Fue una primera parte dinámica pero con mejor progresión para Bélgica, que no le dio tregua a Inglaterra exponiendo sus defectos en defensa. Sobre todo cuando era atacada en contragolpe.
Los diablos rojos encontraron la manera de lastimar rápidamente a los ingleses con los pelotazos a espaldas de la línea de tres centrales para encontrar una autopista que recorrieron con solvencia Nacer Chadli y Meunier, quien marcó el 1 a 0 a los escasos cuatro minutos.
A partir de la anotación se vio lo mejor del seleccionado dirigido por Roberto Martínez. Con un Hazard efectivo en su rol de conductor y un Romelu Lukaku muy activo en el frente, pero sin claridad en la definición. En consecuencia, a los ingleses les costaba hacer pie.
Y quedó en evidencia en el complemento, pese a que por momentos hizo méritos como para igualar. Sin embargo, los belgas sorprendieron en una transición rápida con De Bruyne apilando rivales en velocidad, para luego habilitar a Hazard, quien entró por la izquierda y definió con claridad para sellar el 2 a 0 y celebrar así el histórico tercer puesto logrado en Rusia.