Central pasó por Chile y Miguel Ángel Russo ya sacó varias conclusiones. Algunas de ellas las expuso durante la entrevista que le concedió a La Capital a manera de balance tras los amistosos. De las que expresó, quizás la más trascendente fue la pretensión de que su equipo se vaya adaptando a diferentes planteos tácticos, algunos de los cuales puso en práctica en esta excursión trasandina. No obstante, con cualquiera de esos esquemas, lo que quedó en evidencia es que a Central aún le falta generación futbolística. Y aunque el entrenador por lógica no lo diga, lo sabe. Es por eso que, tras las contrataciones de los laterales izquierdos, ahora la búsqueda en materia de incorporaciones es la de volantes internos que puedan cubrir esa necesidad de armar juego.
Claro que en un mercado en el que no abundan jugadores, encontrar volantes que articulen juego, armen sociedades y prevalezcan en el mano a mano es casi una quimera. Más cuando en lo económico el fútbol argentino no asoma como el más tentador para aquellos futbolistas que buscan un destino más rentable. Por eso las gestiones no sólo deben ser artesanales sino también herméticas para no perder con las ofertas de países vecinos, que en otras épocas eran proveedores y no competidores. La prepotencia del dólar hoy es decisiva en el juego de la oferta y la demanda, juego en el que la Argentina actualmente pierde.
En este proceso de construcción, y con distintos esquemas, Russo fue midiendo rendimientos, niveles de progreso y/o de estancamiento.
Defensivamente comenzó a ratificar una dupla de zagueros como así la adaptación a jugar con línea de 4 y también con 5 flexible. Con defensores que actúen de volantes y viceversa. Como bien lo dijo el propio entrenador, rememorando al Carlos Bilardo del 84 o ejemplificando con la versión más actualizada de Lionel Scaloni.
La zona de volantes ensambló por momentos buenos pasajes de contención y complementación en repliegue, pero en contrapartida mostró cierta deficiencia en el despliegue ofensivo, y es allí donde se concluye en la necesidad de incorporar volantes internos desequilibrantes.
En este contexto el cuerpo técnico ha dicho que hay que respetar los tiempos de maduración de los futbolistas jóvenes, es por ello que mientras le da la confianza necesaria a Kevin Ortiz y a Fabricio Oviedo, entre otros, este martes Russo mantendrá un encuentro con todos los entrenadores de las divisiones inferiores para trazar los lineamientos generales de un proyecto futbolístico que pretende una base organizativa sustentable para los próximos años, mediante el cual los chicos que lleguen a la primera división lo hagan con la formación ideal y no tener que aprender cuestiones elementales a esa altura, cuando el tiempo no abunda.