Carpintero de oficio y autodidacta por naturaleza, el rosarino Martín Depiante dedicaba varias horas de su día a fabricar juguetes de madera, un emprendimiento que surgió con la llegada de su hija. Pero una nueva oportunidad tocó a su puerta de la mano de una amiga, quien le propuso mudarse a Capilla del Monte para trabajar en la construcción de domos geodésicos, una innovadora estructura a base de triángulos que es multifunción y aporta diferentes beneficios habitacionales.
Ese fue el puntapié para abrirse camino en un nicho poco explorado en el país, a partir del cual montó su propio negocio: Tierra Geodésica, un emprendimiento con el cual vende modelos prefabricados a toda la Argentina y países de la región. Además, desde la localidad de Funes donde reside actualmente, brinda cursos a las personas que quieran involucrarse en la técnica, enseñando todo acerca de su armado y de la filosofía que rodea su origen.
“El inicio de este proyecto está muy ligado a la espiritualidad porque la persona que me contactó para adentrarme en el mundo de los domos es una reikista, quien me explicó que su forma geométrica es catalizadora de energía y potenciadoras de nuevas experiencias. A diferencia de una casa normal con paredes y líneas rectas donde cada parte está bien limitada, su estructura curva da otra perspectiva de expansión, es mucho más interesante en términos de diseño y uso del espacio”, señaló Depiante al suplemento Negocios de La Capital.
Sus primeros domos
En el 2015 el emprendedor se mudó junto a su mujer y su pequeña hija a Capilla del Monte, donde tuvo la posibilidad de aprender sobre el armado de estos formatos semiesféricos. Lo hizo de forma autodidacta, traduciendo manuales del inglés al español y experimentando con distintos materiales para dar forma a un domo propio que pasaría a integrar un complejo de cabañas en la zona. El trabajo dio sus frutos y luego de varios meses el espacio quedó listo para ser equipado como habitación de huéspedes.
“Fue muy difícil embarcarme en este proyecto solo, pero a medida que pasaba el tiempo fui generando un método constructivo por mi cuenta que me permitió agilizar los tiempos de obra. Dediqué muchas horas a ver videos, entender sobre su geometría, fue como volver a la secundaria porque me puse a estudiar matemática y cuando adquirí experiencia fui capacitando a otras personas y contratándolas para que me ayuden”, contó Depiante.
Luego de un tiempo radicado en Córdoba, decidió probar suerte en Brasil, en la ciudad de Itapema, donde construyó y vendió otra unidad para un nuevo cliente y se dedicó a continuar perfeccionando la técnica. Finalmente, decidió regresar a la Argentina para apostar a una marca propia.
Modelos y precios
Entre las ventajas de los domos geodésicos radica su mayor resistencia frente a estructuras convencionales, ya que la distribución del peso a lo largo del domo es muy eficiente, siendo conocidos por su capacidad de soportar fenómenos naturales como huracanes y terremotos. A su vez, el emprendedor contó que su forma garantiza una excelente ventilación natural mediante el uso de ventanas enfrentadas y un ambiente que es fácil de calefaccionar, siendo muy requeridos en zonas de climas fríos.
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Martín Depiante (de remera negra) junto a su equipo de colaboradores.
Foto gentileza Tierra Geodésica.
Para armarlos, utilizan madera de pino por ser fuerte e indeformable y las estructuras con formas de triángulos, que se ensamblan a través de la conexión “good karma”, una técnica que permite unir las aristas del domo, dándoles solidez sin agregar columnas entre medio. También materiales sustentables, por ejemplo, el revestimiento externo se hace con placas ecológicas fabricadas a través del reciclado de envases tipo "Tetra Brik", mientras que las juntas son selladas con poliuretano. A modo de aislante térmico y acústico se aplica celulosa proyectada, otro producto sustentable.
“Estamos fabricando alrededor de tres domos por año porque es un trabajo artesanal, que nos lleva muchos meses, aunque la idea es poder aumentar la capacidad productiva”, señaló Depiante. Entre sus clientes figuran centros holísticos y de meditación y complejos turísticos que los usan como alternativas a sus cabañas. A su vez, construyen modelos pequeños que pueden ser usados como espacios recreativos para niños. Otro proyecto interesante es el de fabricar domos para instalar salas de grabación para músicos por la excelente acústica que ofrecen.
En la actualidad Tierra Geodésica cuenta con tres servicios. El más usado es el de venta de estructuras prefabricadas, cuyo precio varía de acuerdo al tamaño, mientras que uno de cuatro metros de diámetro por 2,75 de alto ronda los u$s5300, uno de seis metros ya salta a los u$s12 mil y ambos incluyen la terminación de ventanas y puertas. Hay “kits domo”, con todas las partes sueltas para que el cliente los arme por su cuenta con un valor que va de los u$s1500 a los u$s14.600, estos últimos en modelos de 10 metros de diámetro. La tercera opción son diseños personalizados, que pueden incluir divisiones adentro del domo, instalación eléctrica y de agua.