La historia de Nahime Annes como emprendedora comenzó con una búsqueda muy concreta: quería una cartera matera que tuviera un diseño distinto, con estilo y fuese funcional, pero no encontraba nada que la representara. Las opciones del mercado le parecían impersonales: “Todas repetían el modelo cuadrado uruguayo o el bolso común. Yo quería una matera de mujer con la que pudiera llevar todo en un solo lugar”, dice Nahime. Así nació la idea de crear su propio modelo, uno que pudiera cumplir la doble función sin resignar estética.
Mientras diseñaba en hojas de papel su bolso ideal su papá, Marcelo Mina, intentaba comenzar un emprendimiento. El momento coincidió y juntos decidieron encarar lo que hoy es Sin Fronteras, un negocio de marroquinería artesanal a partir de cuero genuino y con productos autóctonos. Nahime, que de formación es técnica en administración de empresas con orientación en pymes y además cuenta con un curso de marroquinería, decidió dedicarse full time al proyecto compartido y hoy toda la familia trabaja desde su base operativa en San Nicolás, donde producen, comercializan y diseñan cada pieza.
Un catálogo que crece sin perder el foco artesanal
En la actualidad, el surtido de productos creció mucho más allá de esa primera cartera. El dúo padre e hija vende además riñoneras, totebags, billeteras, yerberas XL, sombreros australianos, cuchillos de disco de arado, chalecos de gamuza impermeabilizada, brazaletes, bufandas de lana artesanal y hasta acolchados de cuero de oveja que también pueden usarse como alfombra.
La famosa cartera matera, que incluye una yerbera XL forrada en tela impermeable, es uno de los productos más vendidos y tiene un precio de $96.000 el combo. El resto de los productos tienen precios que van desde los $10.000, como un brazalete de cuero hasta los $300.000 el cubrecama de oveja. Si bien su principal canal de ventas es online con entregas en San Nicolás y envíos a todo el país, también participan de ferias y eventos, como Rosario Diseña y están proyectando desembarcar en San Antonio de Areco para el Día de la Tradición.
Aunque sus productos generan curiosidad para la reventa, Nahime y su papá prefieren no trabajar con venta mayorista por ahora “para mantener precios competitivos y controlar la calidad del producto final”, explican. La diseñadora calcula que venden entre 40 y 50 piezas al mes en un público que va de los 25 a los 60 años, con muchos clientes que compran para regalar: “Hay una chica de Marcos Paz que tiene toda la colección de productos, desde la colcha hasta alfombras de cuero de oveja”, cuenta contenta sobre su fiel clienta.
Volver a las raíces: del eco cuero al cuero vacuno
Aunque durante años los materiales sintéticos fueron furor, como el eco cuero o la cuerina, Sin Fronteras apuesta por una vuelta al cuero vacuno, que no sólo representa una tradición argentina, sino que es más sustentable: “La cuerina está sobrevalorada. Te la venden a $60.000 y una cartera nuestra con cuero vacuno y pelo sale $240.000, pero dura años. Incluso toda la vida si la cuidás bien”, asegura.
thumbnail_22f835eb-2398-456f-b81f-d94685d3f6b7.jpg
Los cueros vacunos que utilizan vienen de la provincia de Buenos Aires.
Foto gentileza
Además de la durabilidad, Nahime destaca que el cuero que compra es un residuo de la industria alimenticia, por lo que reutilizarlo también implica un aprovechamiento más responsable de los recursos, a diferencia de la creencia común de que debe matarse al animal para el uso del pelaje: “Además, el eco cuero es un residuo del petróleo que tarda muchísimo en degradarse”, compara.
Materias primas nacionales y artesanales
Para sus creaciones, el dúo trabaja con cueros cóndor, pampa y floater que compran en Buenos Aires. A su vez usan gamuza y combinan telas como gabardinas para los interiores, entre otras. El proceso de producción de un primer modelo de nueva cartera puede llevar hasta dos meses: comienza con un dibujo en papel, luego el desarrollo de la moldería y finalmente la confección: “Una vez que definimos el modelo, puedo hacer hasta 20 en una semana”, destaca Nahime sobre su producción. Por otro lado, el trabajo se realiza junto a una red de artesanos de distintos puntos del país como especialistas en textiles y cuero: “Hay mucho talento artesano en Argentina y tratamos de apoyar eso”, resalta.
thumbnail_IMG_4897.jpg
Los diseños respetan la tradición del campo argentino.
Foto gentileza
En cuanto a la proyección, el objetivo es claro: seguir creciendo, ganar visibilidad y abrir un showroom en Rosario, donde el público es más amplio y la circulación de ferias y diseño es constante. Aunque llevan poco más de un año en el mercado, la identidad del emprendimiento está bien definida: productos funcionales, de calidad, hechos en cuero genuino, con diseño y con un precio justo, que tanto padre e hija no pretenden negociar, quieren que las propuestas sean accesibles. Una marca que retoma la tradición argentina de la marroquinería, pero con una mirada fresca, artesanal y contemporánea.