Este jueves, como cada 25 de septiembre, la ciudad bonaerense de San Nicolás de los Arroyos se convierte en el centro de una de las manifestaciones de fe más multitudinarias del país y del mundo. Miles de fieles llegan desde distintas provincias e incluso de países vecinos para rendir homenaje a la Virgen del Rosario, bajo la advocación de “María del Rosario de San Nicolás”.
La conmemoración tiene lugar en el santuario erigido en su honor, conocido como “El Campito”, en la calle Domingo Faustino Sarmiento 365. En ese templo, que puede albergar hasta 9 mil personas de pie, año a año se concentran los creyentes para agradecer, cumplir promesas y renovar su fe en conmemoración a su primera aparición en 1983. Ofrendas de flores, manteles bordados, vino y otros símbolos de gratitud llegan de todo el país, pero también desde países vecinos como Uruguay y Perú.
Hoy, a 42 años de aquella primera aparición, la Virgen del Rosario de San Nicolás sigue siendo una de las advocaciones marianas más populares del catolicismo en Argentina y este jueves 25, San Nicolás espera a miles de fieles para recordarla, agradecerle y pedirle protección.
La historia de la Virgen del Rosario de San Nicolás
La celebración, que venera a la virgen del Rosario, remonta su historia al mes de septiembre de 1983, cuando Gladys Quiroga de Motta, una mujer sencilla, madre dos hijas y que no había concluido la escuela primaria, reveló que había recibido una serie apariciones de una Virgen.
La primera fue el 25 de aquel mes; la segunda, el 28, y esta vez la mujer comenzó a comentarlo entre sus allegados. El 7 de octubre de ese año, Gladys preguntó a la imagen cuál era su deseo, y recibió como respuesta la visión de un templo. Días después, la mujer confesó las apariciones al presbítero Carlos Pérez, y el 14 de octubre era recibida por el entonces obispo de San Nicolás, monseñor Antonio Rossi.
El 17 de octubre de 1983, y después de buscar en distintas iglesias de la ciudad, Gladys se dirigió a la catedral de San Nicolás de Bari, donde tuvo una visión sobre una imagen que residía anteriormente allí. En un altillo de depósito de esta iglesia, reconoció a la imagen que se aparece en sus visiones: la Santísima Virgen del Rosario. La imagen estaba guardada y le faltaba la mano derecha y el rosario. El 24 de noviembre, tuvo una revelación respecto del lugar donde debía levantarse el santuario. Y el 27, la Virgen pidió ser emplazada en la ribera del Paraná.
Pasaron los meses, en julio de 1984 se creó el Movimiento Mariano de San Nicolás, y el 2 de diciembre la Virgen hizo una nueva aparición ante Gladys Motta: "Debéis hacer acuñar una medalla con mi imagen de la advocación María del Rosario de San Nicolás y en el reverso, la Santísima Trinidad con siete estrellas", dijo la mujer que escuchó pronunciar a la imagen.
Luego, en agosto, el municipio de San Nicolás donó a la Iglesia los terrenos del lugar para la edificación del Santuario, conocido como "El Campito". La estructura quedó construida en 1999, y el 25 de mayo de 2014 se inauguró el interior en su totalidad.
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Una celebración de fe y esperanza
Desde hace 42 años, cada 25 de septiembre, San Nicolás late distinto pero bajo la misma esencia. La celebración en honor a la Virgen del Rosario no solo convoca a miles de fieles que llegan para agradecer y pedir, sino que también se convierte en un punto de encuentro con familiares y amigos en nombre de la fe.
Con el objetivo de agradecer, entre otras cosas, la salud propia y de allegados, la paz mundial y lo concedido, en este día las calles de la ciudad bonaerense se llenan de colectivos, minibuses y autos particulares, y un gran operativo de tránsito y seguridad acompaña la llegada de la multitud.
El “Campito de la Virgen” se transforma en un paisaje vibrante y popular donde veredas quedan repletas de puestos de venta, acentos que delatan la procedencia de cada creyente, y un clima de fiesta donde conviven rosarios, estampitas, banderas y canciones.
Por su parte, en el santuario, la imagen original recibe rezos y ofrendas, mientras miles de personas esperan pacientemente su turno para acercarse a la urna de cristal ubicada sobre el altar principal.
El santuario a la Virgen del Rosario de San Nicolás
El templo se construyó de acuerdo a un estudio para que, a través de una planta baja y entrepisos especiales, pueda llegar a albergar entre ocho y nueve mil personas de pie. Para los actos exteriores se construyen terrazas y explanadas.
La cúpula tiene 24 metros de diámetro, y exteriormente, 27 metros y está compuesta por 64 gajos dispuestos verticalmente de hormigón armado. Exteriormente, cuenta con placas de cobre colocadas en forma de bandejas individuales. Se puede admirar desde varios puntos de la ciudad.
El santuario, con su gran cúpula, tiene capacidad para albergar a entre 8 mil y 9 mil personas de pie.
En un decreto firmado el 22 de mayo de 2016 y hecho público pocos días después, Héctor Cardelli, obispo de San Nicolás, declaró que las apariciones ocurridas en San Nicolás serían de carácter sobrenatural. De este modo, el hecho ha quedado reconocido, a nivel diocesano, dentro de la Iglesia católica.
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La cita este año
Este año, si bien los actos centrales son el jueves, la novena se inició el miércoles 17, bajo el lema "María de su santuario nos ofrece la Esperanza de Cristo, su Hijo", y con cuatro misas "por los sacerdotes y consagrados".
Así, todos los días de la semana se ofrecieron misas y vigilias con distintas intenciones. El miércoles 24 es un día clave, ya que comienzan a llegar los fieles desde distintos lugares del país, sobre todo de Buenos Aires.
El jueves 25, finalmente, todo comenzará a la medianoche, con el saludo a la Virgen y la misa del obispo de San Nicolás, Hugo Norberto Santiago. De 2 a 6 habrá noche de oración; de 6 a 12, misas cada una hora, y confesiones en la cripta posterior. A partir de las 15 se hará la procesión por los alrededores, con la imagen venerada, y misa presidida por el obispo Mons Hugo Santiago.