El Tribunal Municipal de Faltas de Rosario le aplicó ayer una dura sanción a un conductor que protagonizó un violento choque en el microcentro de la ciudad cuando estaba notoriamente ebrio. Según la prueba de alcoholemia al que fue sometido tras el siniestro, esa persona presentaba 1,95 gramos de alcohol en sangre. “Este fue un caso muy particular, es de los más graves que dieron esa positividad, muy pocas veces se ha visto y, según lo conversado con médicos, dos puntos más de alcohol en sangre podrían derivar en un coma alcohólico”, afirmó este miércoles el administrador del Tribunal, Gastón Laville.
El incidente de tránsito sucedió el sábado a la tarde en calle Rioja, en plena área histórica y comercial de la ciudad. Un joven al mando de un automóvil Volkswagen que circulaba por esa arteria, entre Maipú y San Martín, chocó a otro que estaba estacionado. Pero la cosa no quedó allí. El muchacho siguió de largo, sin siquiera detenerse para ver qué había sucedido y sin hacer caso a las indicaciones que personal policial le hacía para que se detenga. De esa forma, antes de llegar al cruce con Sarmiento embistió a otro auto que estaba detenido antes de llegar a la esquina.
El joven fue reducido por personal policial y minutos después inspectores de la Dirección de Tránsito del municipio lo sometieron a un control de alcoholemia que arrojó el sorprendente índice de 1,95 gramos de alcohol en sangre. Además de que en Rosario rige la ordenanza conocida como “Alcohol cero frente al volante”, el número que marcó el instrumento es uno de los más altos de los que se tenga memoria entre los casos analizados por el Tribunal de Faltas, dijo Laville.
El incidente del sábado pudo tener un peor desenlace. “Por eso -agregó el funcionario- desde la Justicia de Faltas, en la búsqueda para proteger la seguridad vial con la cuestión preventiva, se dispuso esta sanción. Hay que la Justicia de Faltas trabaja sobre contravenciones, en este caso muy grave, el más grave que tiene el Código de Convivencia, que tuvo su sanción. En caso de que el perjuicio sea mayor, interviene la Justicia Penal”.
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Alcoholemia como medida de prevención
“Lo positivo en este tipo de caso es la cuestión preventiva, con la que se buscan estrategias para prevenir situaciones que pueden llegar a afectar la vida de los ciudadanos. Los test de alcoholemia son procedimientos que hace en forma habitual la Dirección de Tránsito. En Rosario tenemos tolerancia 0 de alcohol frente al volante. La persona que bebió no puede manejar. Eso hizo reducir las alcoholemias positivas en los controles", expresó.
Laville indicó que, según las estadísticas del Tribunal, en Rosario "hay una positividad de alcoholemia del 80 por ciento con registros de entre 0 y 0,65 que son los grados menores, y el resto que son los más graves dan entre 0.75 y 1, y muy pocos de 1.5 para arriba. En el Código de Convivencia hay tipificadas una serie de escalas: del 0 al 0,3; del 0,3 al 0,5; del 0,5 al 0,75; del 0.75 al 1; del 1 al 1,50, y del 1,50 en adelante. Ese rango tiene que ver con la gradualidad de la pena al infractor”.
El funcionario recordó que aquellos conductores que registren 0,5 de alcohol en sangre (antiguo mínimo permitido en test de alcoholemia) podrían solicitar que un familiar o allegado se haga cargo del auto sin que el vehículo termine derivado al corralón municipal. “Ese caso específico está contemplado en la ley. La remisión del auto al corralón es la consecuencia de que alguien que no haya bebido no pueda hacerse cargo del coche, pero siempre en las infracciones más leves”.
“En las faltas más graves, la remisión del vehículo es conveniente para que el infractor tome conciencia de su conducta. Cuando alguien comete una infracción grave debe saber que pone en riesgo la vida de terceros y de la suya. Sobre todo, en estas faltas que son de decisión: tomó alcohol y a pesar de eso decidió manejar un vehículo ”, subrayó .