Como está ocurriendo en otras latitudes en esta época de intenso frío en el que aumentan las afecciones respiratorias, el sistema de salud de la ciudad de Santa Fe está trabajando al límite, sobre todo en el sector pediátrico. Mientras el Hospital de Niños Orlando Alassia debió suspender cirugías programadas para liberar infraestructura, algunos efectores privados de la ciudad no tienen camas libres en internación pediátrica y deben recurrir a derivaciones, tarea que no es sencilla, ya que muchos sanatorios se encuentran en la misma situación. El martes de esta semana en al menos tres sanatorios no quedaban camas disponibles.
Tal cual lo publicó el diario UNO Santa Fe, el Alassia decidió suspender todas las cirugías programadas para liberar camas de internación, especialmente en el área de cuidados intensivos. Las patologías respiratorias siguen en aumento y son la gran responsable de la alta demanda de camas, a pesar de que hasta este martes no se registraban pacientes internados por Covid.
"Lo primero que hicimos fue suspender las cirugías de alta complejidad para tratar de evitar la ocupación de camas de terapia intensiva y de neonatología", afirmó el director del centro asistencial, Osvaldo González Carrillo. Y abundó: "Al poco tiempo tuvimos que suspender todas las cirugías, las de baja complejidad también. Las únicas cirugías que se están haciendo son las de urgencias", aseguró.
El 80 por ciento de las atenciones corresponden a afecciones respiratorias; "vía aérea superior, ya sea otitis, angina, faringitis; y tenemos muchos cuadros de vía aérea inferior como neumonía, cuadros bronquiales, otros cuadros respiratorios como asma", dijo el médico.
En declaraciones a la emisora LT 10, González Carrillo reconoció que se está trabajando al límite: este martes había cinco camas libres de cuidados mínimos, "teníamos dos camas en la terapia neonatal y nos quedaba una cama de terapia pediátrica", dijo.
El Alassia ya había ampliado las camas de terapia, llevándolas de 12 a 19. "Tenemos la opción de ampliarla con seis o siete camas más y llegaremos a 26. No lo hicimos antes porque muchas veces es difícil conseguir el recurso humano para controlar estas camas. En uno o dos días creo que podríamos llegar a ampliar estas camas que sería muy importante para la atención en terapia intensiva", afirmó el directivo. Y advirtió que, sacando los años de pandemia, en los cuales casi no hubo patologías respiratorias, la situación se asimila a otros años con la salvedad de que en este la circulación viral comenzó antes".
Asimismo, explicó que "en general, esta ola disminuye cuando empiezan las vacaciones de invierno. En la segunda semana del receso invernal es notoria la disminución de patologías respiratorias. Después, cuando vuelven las clases hay un leve pico". Y comentó que "una cantidad de pacientes llegan con una condición bastante deteriorada" a ser atendidos. "Tenemos muchos pacientes graves y que requieren de internación", afirmó.
Y en ese sentido, añadió: "Hay muchas familias que no han consultado a tiempo, cosa que por ahí sería importante y por eso esos cuadros han evolucionado de esa forma. Es una de las cusas por las que tenemos bastantes pacientes en terapia intensiva".
Derivaciones en el sector privado
El problema también afecta al sector privado, donde, al igual que en el Alassia, la mayoría de las patologías que se atienden son respiratorias y por gastroenteritis.
El diario UNO Santa Fe hizo un relevamiento este martes y detectó que al menos en tres sanatorios no quedaban camas disponibles.
En la capital provincial, el sector privado de salud tiene escasa capacidad en internación de pediatría, una situación que ocurre también a nivel nacional. No así en las áreas de neonatología donde los sanatorios han crecido en servicios. Los efectores públicos son los que absorben la mayor demanda en internación pediátrica.
En Santa Fe, el Hospital Alassia la concurrencia diaria de pacientes a la guardia supera los 400. "Hoy (por el martes) tenemos 20 pacientes internados en terapia intensiva. Ampliamos las camas en neonatología, donde tenemos muchos pacientes, algunos de bajo peso; pero ahí tenemos la facilidad que hay otros sectores de neonatología en la ciudad, como el hospital Cullen e Iturraspe", comentó.
Por último, reveló que "la mayoría de los internados son menores de tres años y son por cuadros respiratorios. En los dos años de pandemia los chicos estuvieron aislados, en su domicilio, no tuvieron contacto con otros chicos, el uso de barbijo era universal, el lavado de manos. Cuando estos hábitos cayeron, aumentó el contacto y facilita el contagio. Durante esos dos años, no estuvieron en contacto con los virus habituales y no crearon la memoria inmunológica.
Fuente: Diario UNO Santa Fe