Este sábado 29 de abril se conmemora el Día Mundial de los Animales y la salud veterinaria de Rosario se pone nuevamente en discusión. Las protectoras animales insisten en la necesidad de la creación de un hospital veterinario público y gratuito, iniciativa que fue aprobada en el Concejo Municipal casi siete años años. Desde el Imusa (Instituto Municipal de Salud Animal) destacan que su sistema de atención brinda cada vez más respuestas.
Para las organizaciones que defienden los derechos de los animales, el trabajo que se hace en el Imusa no alcanza a cubrir la demanda de atención, que no para de crecer. En diciembre de 2016 el Concejo Municipal aprobó una ordenanza del ex edil Carlos Cossia que contemplaba la creación de un hospital público y gratuito para mascotas. Denuncian que nunca fue promulgada y juntan firmas para que se concrete su realización.
"La salud veterinaria privada tiene aranceles muy elevados, inalcanzables para la mayoría de la población que no puede ni siquiera acceder a los servicios básicos. En la mayoría de las ciudades del país, desde Capital Federal hasta Salta existen hospitales públicos", indicó a La Capital Rosalia Susana Aurascoff, coordinadora general de la Asociación Animalista Mahatma Gandhi y Encuentro Proteccionista Dian Fossey.
En ese sentido, agregó: "Creemos que nuestra ciudad, primera en prohibir el sacrificio de animales, tiene la capacidad responder a las necesidades de los barrios marginales y también de la clase media pauperizada".
Desde hace un tiempo que juntan firmas en distintos puntos de la ciudad para exigir el cumplimiento de la ordenanza 9.702. "Es un reclamo unánime de los rosarinos, al que se unieron personas que no conocían ni siquiera la existencia de la ordenanza y hasta instituciones privadas de salud animal. Despensas, modistas, canillitas, todos se convirtieron en propagadores y receptores de firmas", detalló Aurascoff.
Junto a la concejala peronista Silvana Teisa, presentaron un pedido de informes en el Concejo para saber por qué no avanzó la iniciativa, sin embargo aún no tuvieron respuestas. La edila consideró que "es imperiosa la necesidad de un hospital veterinario y esta ordenanza ya lleva más de seis años aprobada y todavía no hay novedades del por qué no se construyó. Notamos que no hay un interés por parte del Ejecutivo en hacerla cumplir".
Por último, Teisa insistió en que costear un veterinario no sólo es "imposible para muchas familias rosarinas sino también para las protectoras independientes, que muchas veces ponen plata de sus propios bolsillos".
Lo que ya existe
El Imusa, ubicado en Francia al 1940, tiene un consultorio en la sede que funciona de lunes a viernes de 8 a 16. Los turnos se sacan de manera presencial o por mail a [email protected]. También cuenta con puestos fijos localizados en cada distrito, con el objetivo de descentralizar la atención, y el colectivo quirúrgico (Móvil de Salud Animal) para esterilización y vacunación de perros y gatos.
"La imagen del edificio con un cartel de hospital es un imaginario", sostuvo Daniel Rinaldi, director del Imusa en diálogo con este diario. El área encargada de la salud animal recibe 6 mil consultas al año y realiza entre 200 y 300 cirugías, sin contar las esterilizaciones.
Según explicó su director, la atención primaria de todos los animales está garantizada y los cuadros más complejos se analizan de manera particular. Todos los animales que quedan bajo su guarda o que llegan al consultorio externo tienen garantizado "un segundo nivel de atención, como por ejemplo cirugías programadas o fracturas". Dependiendo el cuadro, se pueden cubrir prácticas más complejas, como amputaciones.
Además, desde el año pasado se firmó un convenio con la facultad de veterinaria de la Universidad Nacional de Rosario (UNR) para sumar a futuros profesionales a la atención del instituto. Esto permitió la posibilidad de realizar ciertos estudios de alta complejidad en esas instalaciones.
La población que ingresa al Imusa va desde animales sin dueño o abandonados hasta aquellos que han sufrido situaciones de maltrato o sufrieron accidentes en la vía pública. También acuden personas que no cuentan con los recursos económicos para poder atender a su mascota de forma particular. Muchas veces se articula una modalidad de atención mixta, donde el Imusa presta una parte de la atención y deriva a los animales a una veterinaria privada.
"Tratamos de articular de la mejor forma posible para que ese animal sea atendido", señaló Rinaldi. En ese sentido, se sinceró y admitió que "nunca va a alcanzar para todos". Sin embargo, subrayó que en el último tiempo sumaron prácticas, protocolos de atención, actores y también se amplió la franja horaria.
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"Las puertas del Imusa están siempre abiertas y extendimos el horario del consultorio de la sede. Contamos con atención clínica y en los puestos descentralizados incluimos la práctica de atención primaria para orientar y dar respuesta a problemas de baja complejidad de la salud animal", detalló.
Rinaldi afirmó que desde el traspaso del Imusa a la Secretaría de Salud Pública se inició un proceso para ampliar el servicio y mejorarlo. Apuntaron a fortalecer la esterilización para controlar la población y esas acciones fueron acompañadas por la vacunación antirrábica. Además, apostaron a incrementar la atención primaria, que ya no está limitada a la sede, sino que se encuentra disponible en los puestos fijos localizados en cada distrito. Por último, resaltaron la incorporación de colectivo de salud animal para poder llegar a más puntos de la ciudad y el trabajo realizado para mejorar la calidad de las adopciones.