Durante el verano de 1993, en el por entonces Instituto Antirrábico se realizaron las primeras esterilizaciones de perros y gatos. Los turnos se daban una vez al mes y en el único quirófano se hacían entre cuatro o cinco operaciones al día. Tres décadas después, el Instituto Municipal de Salud Animal (Imusa) terminó el 2022 con un récord de más de 30 mil castraciones, que se concretaron en su sede de avenida Francia y en las cinco unidades de los distritos. La esterilización de mascotas no sólo es una medida ética para controlar su población, sino que también beneficia a la salud de las personas.
Rosario es una de las ciudades pioneras en el país en prohibir el sacrificio de animales. La ordenanza 5.487, de octubre de 1992, dejó claro que el único método de control y protección de animales sueltos es la esterilización. Dos años más tarde, por decreto, Rosario fue declarada "Ciudad no eutanásica". Recién en 2013, mediante la ley 13.383, el sacrificio de perros y gatos quedó prohibido en toda la provincia.
"Esterilizar a los animales es el medio ético de control de población tanto de caninos como de felinos y además previene problemas de convivencia en el espacio público. En el caso de las hembras, también ayuda a prevenir las infecciones uterinas y el cáncer de mama", explica Daniel Rinaldi, médico veterinario y director del Imusa desde 2016.
Con ese objetivo, durante 2022 los profesionales del Imusa realizaron 31.784 esterilizaciones, casi 5 mil más que el año 2021 y el doble de las realizadas en 1993. Además, el programa de esterilizaciones barriales sumó otras 6 mil.
Según los registros de atención del instituto se castraron más gatos que perros (19 mil felinos contra 12 mil canes) y más hembras que machos (19 mil perras y gatas versus 11 mil perros y gatos). La demanda de cirugías llegó sobre todo de los barrios: 21 mil intervenciones se realizaron en los consultorios descentralizados. Las intervenciones son gratuitas y sólo hay que pedir un turno previamente en alguna de las sedes del Imusa.
La esterilización en animales es un proceso quirúrgico en el que se extraen los órganos sexuales, a fin de eliminar el celo y la capacidad reproductiva. Es una intervención sencilla que una vez realizada no demanda mucho más que unos días de cuidados.
Además de evitar crías no deseadas, la castración previene enfermedades como el cáncer de útero o de mamas en las hembras. Pero, sobre todo, es una política de salud pública para frenar el crecimiento de animales abandonados y, de esa manera, reducir el riesgo de contagio de enfermedades zoonóticas, aquellas que las personas contraen por contacto directo con el animal enfermo o a través de su saliva o sus heces.
La rabia canina es la más conocida (aunque en la ciudad no se registren casos desde la década del 80), pero no es la única enfermedad que gatos y perros pueden transmitir a los humanos. Son mucho más frecuentes en áreas urbanas las parasitosis gastrointestinales, que afectan sobre todo a los niños, y la sarna.
Un vasto universo
De acuerdo a estimaciones del Imusa, en Rosario viven entre 400 mil y 500 mil animales domésticos. Uno por cada dos rosarinos.
Una encuesta de la Usina de Datos de la Universidad Nacional de Rosario, presentada a fines del año pasado, preguntó por primera vez a los rosarinos sobre la tenencia de animales. Así constató que en el 60 por ciento de los 370 mil hogares que existen en la ciudad, la convivencia es compartida con al menos un perro o un gato propio.
Esto arrojaría un universo de unas 230 mil mascotas, considerando un solo animal de compañía por hogar. Una cifra a la que habría que sumar los animales que no tienen casa, los perros comunitarios y los que tienen un dueño pero no son criados dentro de una vivienda.
¿Todos deberían estar estar esterilizados? Para el director del Imusa, si las mascotas están supervisadas y no tienen acceso libre al espacio público sus dueños pueden tomar esa decisión en diálogo con los veterinarios que atienden a sus animales.
"Pero si está suelto en la calle, o si sale solo sin compañía de sus dueños, tiene que estar esterilizado", afirma y suma que la castración es una forma de tenencia responsable de animales de compañía y además un reconocimiento a los derechos del animal, ya que ayuda a que menos perros y gatos sufran en las calles.
Una política de salud
Desde su creación, el Instituto Municipal de Salud Animal dependió de distintas áreas del municipio. Primero fue de la Secretaría de Gobierno, después de Promoción Social, hasta que en 2016 se incorporó a la Secretaría de Salud.
El cambio no fue sólo administrativo. "Facilita la gestión de insumos, ya que muchas de las cosas que utilizamos en los consultorios (como las anestesias o algunos fármacos) se comparten con los efectores de la red. Pero sobre todo nos da mucha más llegada a los barrios y nos permite coordinar acciones con los equipos de salud en función de las necesidades de cada distrito", explica Rinaldi.
Hay también una vuelta conceptual: reconocer que la salud humana y la salud animal son interdependientes y están ligadas a la salud de los ecosistemas en los que existen, como señala la Organización Mundial de la Salud.
El instituto cuenta con un consejo asesor que se reúne una vez al mes y está integrado por representantes del Imusa, del Colegio de Veterinarios, de la Facultad de Ciencias Veterinarias, miembros de entidades proteccionistas y referentes con trayectoria en la actividad.
Para el secretario de Salud municipal, Leonardo Caruana, se trata de una forma de proyectar las políticas públicas, "en la cual participan referentes de la academia, de los profesionales y de asociaciones civiles, con una clara rectoría del Estado".
El crecimiento del número de esterilizaciones, asegura, es sólo uno de los resultados de esta forma de gestión.
Turnos
Los turnos para esterilización de mascotas se obtienen presencialmente en cada puesto fijo. El día de la operación las personas tienen que asistir con el DNI y el animal. Las sedes del Imusa están en Francia 1940; Bolonia 5350 (los turnos para esterilización se solicitan todos los lunes, de 10 a 12); Ayolas 270 (lunes y jueves, de 8 a 16, martes, miércoles y viernes, de 8 a 12); Ayala Gauna 7951, Perón 4602 y Ongamira y Calfucurá ( en estos dos últimos lugares los turnos se entregan todos los lunes, de 10 a 12).