El riesgo de tener un evento cardiovascular aumenta 2,5 veces durante la final de un Mundial, según lo revelaron distintos estudios internacionales.
Sangre y pasión. Es importante controlar la presión arterial y moderar el consumo de sal y grasa.
El riesgo de tener un evento cardiovascular aumenta 2,5 veces durante la final de un Mundial, según lo revelaron distintos estudios internacionales.
En 1998, por ejemplo, el día en el que Inglaterra perdió contra Argentina en la instancia de penales, los infartos de miocardio se incrementaron en el país europeo un 25% respecto a jornadas anteriores.
En los clásicos rosarinos entre Newell's y Central también suele registrarse un aumento de las consultas en centros especializados y servicios de emergencias, por síntomas cardíacos.
Fútbol y pasión. Fútbol y corazón. La combinación es atractiva, pero puede ser explosiva. Por eso, los cardiólogos piden que aquellas personas que tienen antecedentes de hipertensión y otros problemas que involucran al aparato cardiovascular estén especialmente atentas para prevenir problemas, o actuar rápido si se presentan síntomas.
Una de las recomendaciones es verificar la presión antes y después del partido que jugará hoy Argentina contra Francia.
Muchas de las personas con diagnóstico de presión elevada cuentan con un tensiómetro en sus hogares y se hacen chequeos frecuentes. No olvidarlos en esta jornada especial es muy importante.
Diego Mendo, jefe de la Unidad de Hipertensión Arterial del Instituto Cardiovascular de Rosario (ICR) dijo a La Capital que “el automonitoreo es más que recomendable en un día como el de la final mundialista”.
El experto señaló además que quienes toman medicación en forma habitual para controlar la presión elevada “no deben olvidarse ninguna dosis” , algo que puede ocurrir cuando el foco está puesto, como en este caso, en la previa y en el partido.
“Si la presión sube un poco durante el encuentro, les pido a los pacientes que no se asusten porque eso puede ocurrir. Es muy importante corroborar si los valores bajaron una vez que el partido finalizó. En el caso de que siga alta o muy alta sí se recomienda hacer una consulta médica”, dijo.
Mendo sostuvo que hay señales de alerta que son válidas para personas con enfermedades preexistentes, pero también para quienes en principio no tienen inconvenientes de salud: “El estrés agudo, como el que puede darse durante un partido tan importante, es normal, pero produce una elevación de la presión arterial. Si la persona siente un dolor de cabeza muy intenso que no cede con analgésicos, si tiene falta de aire, si hay dolor de pecho, entonces es preciso pedir asistencia médica”.
Otro aspecto que el médico señaló como relevante para minimizar problemas es la alimentación: “Hay que tener en cuenta que desde la noche anterior seguramente habrá exceso de comida, lo mismo que durante el almuerzo (que esta vez puede comenzar mucho antes, por el horario del juego) y que la comida típica es la picada, que tiene mucho exceso de sodio y grasas que pueden provocar malestar en el corto plazo”.
“Si a eso le sumamos la ingesta de bebidas alcohólicas, la situación puede complicarse”, añadió el médico.
Las emociones, agregó el cardiólogo, “pasan por nuestro corazón y debemos estar atentos a su funcionamiento. Sabemos de la existencia de estudios internacionales hechos en competiciones anteriores y se comprobó que cuando gana el equipo del que somos hinchas el riesgo de problemas cardíacos disminuye, pero cuando las cosas no salen bien el riesgo de infarto sube”.
Mendo comentó que el riesgo cardiovascular en situaciones de tensión es tanto para hombres como mujeres “que una vez que pasan la menopausia igualan al varón en lo referido a problemas del corazón”.
Marilina Borrás, presidenta del Colegio de Graduados en Nutrición de Rosario y Sofía Alurralde, vicepresidenta de la institución, ofrecieron algunos consejos para preparar alimentos menos nocivos este domingo.
Las recomendaciones son válidas para las semanas por venir, en las que se multiplican las despedidas y se celebran las fiestas de Navidad y Año Nuevo.
En el país se relacionan mucho los festejos o las reuniones con la comida en cantidades excesivas y de baja calidad nutricional, por eso es recomendable planificar esas ingestas para que no terminen siendo un dolor de cabeza.
Borrás mencionó. "Desde que somos chicos empezamos a relacionar las emociones con la comida; cuando el bebé llora siempre se da por sentado que es por hambre y no por otro motivo; luego, a lo largo de la infancia se gratifica a los chicos con alimentos no saludables cuando hacen algo bien; por eso llegamos a la edad adulta vinculando emociones con comida, emociones positivas y negativas también”.
Alurralde mencionó que “la comida también genera una sensación de pertenencia a un grupo, a un lugar y el centro de unión pasa a ser la comida más que el motivo principal de esa reunión”.
La picada es por estos días el menú más elegido. Las altas temperaturas y la practicidad que ofrecen la convierten en el plato (o mejor dicho, la bandeja) ideal.
“Uno puede compartir sin necesidad de que todo lo que se come sea malo para el organismo”, indicaron las nutricionistas, y señalaron que hay opciones para preparar una picada rica que no esté tan cargada de sal y grasa, y regada de alcohol de manera abundante.
“Podemos hacer diferentes versiones de la picada y no verla como algo malo. En general siempre incluye fiambre y quesos. En relación a los quesos hay una gran variedad y se pueden elegir los más magros. Con los fiambres hay que tener mayor cuidado y, si no los podemos evitar, podemos poner poca cantidad y agregar más carnes curadas, por ejemplo arrollado de pollo, el general de cerdo, o el pastrón. Y está bueno incluir lengua la vinagreta que aporta proteínas, o pollo cortado en cuadraditos al escabeche, y también algo fresco como tomatitos, cebolla, pepinillos, palmitos. Recomendamos evitar lo rebozado porque si lo sumamos a los quesos y fiambres y el alcohol es demasiada cantidad de calorías y grasas, y pueden dañar el organismo incluso de manera rápida para los que tienen antecedentes como hipertensión, diabetes o problemas cardiovasculares”, puntualizaron las especialistas.
Además, “la picada no llena y cuanto más grasa y sal tiene menos saciedad produce”, comentaron las licenciadas en nutrición, quienes recomendaron mucho consumo de agua y menos cantidad de bebidas alcohólicas.