El arzobispo de Rosario, monseñor Eduardo Martín, señaló este viernes que con su mensaje contra la "violencia que no cesa en Rosario", el Papa Francisco quiere que "trabajemos por la paz". El Pontífice mandó un video enviado a la Arquidiócesis local en el que afirma "vemos violencia por todos lados, en su mayoría producida por el narcotráfico".
Francisco le dedicó un mensaje a la arquidiócesis de Rosario en el que llama a misionar por la paz y hace hincapié en su plegaria en aquellas personas "que padecen la pobreza, la indigencia, la falta de trabajo y las adicciones".
Además, sorprendió al advertir que en Rosario se ve "violencia por todos lados, en su mayoría producida por el narcotráfico". Fue un llamado de atención para las autoridades, ya que en la ciudad se produjeron 1.893 crímenes entre 2014 y 2022, el 76% de ellos con móviles vinculados al negocio de la droga.
En declaraciones a "El primero de la mañana", de LT8, Martín señaló que el mensaje del Papa "se da en el marco del Año Mariano Arquidiocesano que va desde el 7 de octubre pasado hasta el próximo en 2023, porque en marzo del año que viene celebramos los 250 años de la venerada imagen de la virgen que nos acompaña desde que Rosario era una pequeña aldea".
"Con el lema 'Con María misionemos por la paz', el Papa confirma ese mensaje y el contexto es de la paz porque estamos atravesado por esta violencia que no cesa y que se ha llevado tantas vidas. El acento del Papa es que seamos trabajadores de la paz y allí debemos poner todo nuestro esfuerzo", explicó el arzobispo de Rosario, y enfatizó: "Las acciones violentas se han anidado en el corazón y primero hay que pacificar ese corazón".
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Consultado sobre la llegada a Rosario del ministro de de Seguridad nacional, Aníbal Fernández, quien dijo que las situaciones de violencia y asesinatos en Rosario se debían a "una lucha entre bandas", afirmó que "estos problemas que tanto nos afectan son la consecuencia de años en los que se ha dejado avanzar al narcotráfico en los barrios, como un Estado dentro del Estado que se ramifica en balaceras a negocios, amenazas".
Incluso, el sacerdote dijo haber escuchado "a gente allegada a la Iglesia que ha padecido esta situación". Y concluyó: "Evidentemente es algo más que una lucha entre bandas. Creo que cuando un problema no se asume y no se buscan soluciones verdaderas nos termina perjudicando a todos. Nadie está exento de este problema, a nosotros nos balearon una parroquia y una escuela en una noche".