La presencia prolongada de mosquitos en la ciudad volvió a poner en agenda una pregunta recurrente en la población: ¿hasta cuándo vamos a soportarlos? Afortunadamente, desde la dirección de Control de Vectores del municipio evaluaron que esta es la última ola que los ciudadanos deberán soportar, producto de la llegada del otoño, que hará más difícil la proliferación de la especie.
La proliferación y relocalización de los mosquitos charquero y cúlex tuvo mayor incidencia a partir del calor y la humedad en los últimos diez días y a eso hay que sumarle la lluvia de las últimas 24 horas como factor determinante. Sin embargo, desde el área municipal destacaron la ausencia de dengue en todo el verano, puesto que sólo hubo un caso y fue importado de una región endémica.
Según explicó a La Capital el titular de Control de Vectores y especialista en control de plagas urbanas, Carlos Tasinato, estas especies, cúlex (Culex quinquefasciatus) y charquero (Aedes albifasciatus), el más presente en estos últimos días, “son bastante resistentes dentro de un año especial para esta población de mosquitos”, ya que no es la primera vez que Rosario y la región debe soportar una singular cantidad de ellos.
“Por lo que estamos viendo, el cúlex es de presencia prolongada, sobre todo en barrios con presencia de sumideros y zanjas y permanecen durante todo el año. En cambio, el charquero es el que nos asoló al final del verano y aún encuentra lugares de crianza para sobrevivir pese a la época”, comentó Tasinato. Dijo que se trata de una especie de color amarronada y rubia, con escamas blancas, pero que no se debe confundir con el aedes aegypti, que es el que transmite el dengue.
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El mosquito Charquero proliferó en el verano en la ciudad y aún se resiste.
En tal sentido, acotó que estos días de humedad se presentan propicios para una vegetación más tupida y frondosa, la cual favorece la proliferación y supervivencia del mosquito, más allá de las tareas de control que pueda realizar el municipio. Como todo insecto, explica Tasinato, “el ciclo de huevo a adulto tiene un proceso de entre 7 y 10 días, que se acelera con temperaturas altas y se prolonga con la llegada del frío. Es ahí donde comienza a reducirse la población.
“Ya tiene que empezar a bajar la temperatura. Sucedió que tuvieron una relocalización con la tormenta, sumado a que ya veníamos con una población de mosquitos debido a que marzo fue más húmedo”, evaluó, para completar que “con el transcurso de estos días, mañana dejará de llover y la población se irá remitiendo”.
Asimismo, Tasinato aseguró que desde el municipio se siguen realizando tareas de control en espacios públicos, pero admitió que “tampoco se puede comprometer la salud de la población y otras especies beneficiosas y predadoras naturales con insecticidas, porque el charquero y el cúlex no son transmisores de ninguna enfermedad como lo es el adedes”.
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Lo cierto es que hay buenas noticias y tiene que ver con que en la ciudad no se han registrado casos de dengue en todo el verano, pese a que “hay muchos aedes aegypti". El único caso registrado ocurrió en enero y fue por medio de una paciente que contrajo la enfermedad en otra provincia y volvió a Rosario.
Sin embargo, Tasinato hizo un llamado a la población puesto que la presencia del aedes en la ciudad es signo de que aún hay mucho por hacer en materia de higiene personal y doméstica.
“Venimos excelente porque hemos tenido un solo caso y fue importado”, destacó. Pero, inmediatamente señaló que “es mucha la población de mosquitos aedes. No hay que quedarse tranquilos porque Aedes hay muchos, hay que poner énfasis como ciudadanía en general para preguntarnos por qué tenemos tantos aedes”.
Y concluyó: “El próximo año podemos llegar a tener mayor movimiento de zonas endémicas. Cada brote de dengue supera al anterior. Muchos problemas de plata se solucionan con ordenamiento e higiene”.