El ministro de Ciencia y Tecnología de la Nación, Lino Barañao, y el propio director del Conicet, Alejandro Ceccatto, se alinearon para defender la reducción de investigadores prevista para el 2017 en el organismo nacional.
El ministro de Ciencia y Tecnología de la Nación, Lino Barañao, y el propio director del Conicet, Alejandro Ceccatto, se alinearon para defender la reducción de investigadores prevista para el 2017 en el organismo nacional.
Los argumentos de quienes estuvieron también como primero y segundo de esa cartera durante la presidencia de Cristina Fernández de Kirchner fueron llamativos.
Sin medias tintas, Barañao sostuvo ayer que "no hay ningún país que, con un 30 por ciento de pobres, esté aumentando el número de investigadores" como estaría haciendo Argentina.
Por su parte, Ceccatto dijo que, de seguir aumentando la planta de carrera como ocurrió el año pasado, en Conicet habría un crecimiento "exponencial".
Visto está que lo que es muy, pero muy bueno en un momento pasa a ser muy, pero muy malo al siguiente sin que a los funcionarios que elogian o critican —no otros, sino los mismos— se les mueva un pelo.
Al menos, eso da a pensar el hecho que Barañao, el mismo ministro de Ciencia y Tecnología de la gestión kirchnerista, y que fue mantenido en el cargo por el macrismo gracias a los avances alcanzados en el área en el ámbito de su cartera, haya cambiado tanto de criterio.
A días de que arreciaran rumores de renuncia, justamente por presiones internas y por los ajustes presupuestarios planificados para el área que él conduce, Barañao salió ayer a bancar el achique.
Tras una reunión de coordinación con el presidente Mauricio Macri, el ministro de Ciencia y Tecnología dijo proponerse "tender a una situación de equilibrio que permita que todos los años ingresen investigadores" y, como si eso no ocurriera, dijo que "no alcanza con tener más" científicos, "sino que (es necesario que) se dediquen a desarrollos productivos y a la solución de problemas sociales".
Con esos argumentos, el funcionario nacional se pronunció a favor de un "perfil diferente" de los investigadores, "que estén más insertos en las necesidades del país".
Ceccatto, por su parte, justificó la reducción del 60 por ciento en el ingreso de investigadores al Conicet para el año próximo en el hecho de que durante el último año del gobierno kirchnerista, del que él fue viceministro, se dio un "ingreso masivo, con ningún criterio" e "independientemente de que hubiera un presupuesto que lo respaldara".
Por Eugenia Langone