Durante los años 2024 y 2025, el Organismo Regulador del Sistema Nacional de Aeropuertos (Orsna) presupuestó obras por 211 mil millones de dólares en trece aeropuertos del país. Sin embargo, la totalidad de los fondos se dispusieron para financiar mejoras en aquellas terminales aeroportuarias concesionadas a Aeropuertos Argentina, del grupo grupo Eurnekian. En cambio, las terminales aéreas no concesionadas, como es el caso de Rosario, no tuvieron ninguna inversión del ente nacional.
Así lo indica un informe de la Fundación Apertura elaborado a partir de un pedido de acceso a la información pública a la Gerencia de Infraestructura Aeroportuaria del Orsna. El trabajo, difundido este lunes, lleva como título "Federalismo en turbulencia: la distribución fondos para obras en el sistema nacional de aeropuertos y su impacto en Rosario" y le pone números a los desequilibrios que afectan la competitividad de ciudades clave como Rosario en materia de transporte aéreo.
Concretamente, el trabajo advierte que, entre 2024 y 2025, el organismo encargado de desarrollar la infraestructura del sistema nacional de aeropuertos presupuestó obras por U$S 211.820.301, de ese presupuesto ya se ejecutaron U$S 71.812.97. Pero, "llamativamente, ninguna de esas obras se ejecuta actualmente en alguno de los 22 aeropuertos no concesionados" existentes en el país.
El trabajo cobra relevancia a raíz de lo sucedido con las obras de remodelación de la pista y el sistema de balizamiento del Aeropuerto Internacional Islas Malvinas que, después de que el organismo nacional decidiera derogar la licitación de la obra, quedó en manos del gobierno provincial. Los trabajos, que se extenderán hasta el 29 de diciembre, tienen un presupuesto de $ 34.800 millones y permitirán, entre otras cosas, recibir aviones de mayor porte.
En cambio, la Orsna financia la construcción de nuevas terminales. Según destaca el trabajo de la Fundación Apertura se renovarán el aeropuerto de San Juan cuyo presupuesto actualizado asciende a $11 mil millones al 90% de avance, así como remodelaciones y ampliaciones tal es el caso de Salta, cuyo presupuesto actualizado de obras es de $97 mil millones con un grado de avance del 30%; Resistencia, con un presupuesto de $29 mil millones y un grado de avance del 8%; Formosa con un presupuesto de actualizado de 30 mil millones y un grado de avance del 42% y San Rafael, con un presupuesto de $11 mil millones y un grado de avance del 43$, entre otros casos.
Asimismo, se encuentra en proceso de licitación una obra para el Aeropuerto de Tucumán que asciende a 58 millones de dólares.
Para el presidente de la Fundación Apertura, Cristian Bergmann, "el actual esquema de distribución de fondos del fideicomiso aeroportuario profundiza las desigualdades. Mientras provincias como Salta, Formosa o Tucumán, reciben inversiones millonarias en nuevas terminales o ampliaciones, aeropuertos estratégicos como Rosario o Paraná no han recibido un solo peso de financiamiento nacional en 2024 y 2025".
>> Leer más: Récord de vuelos en Argentina y Rosario fue uno de los aeropuertos con mejor desempeño
Bergmann destaca que mientras Rosario se posiciona entre los primeros polos urbanos del interior del país, "queda relegada en materia de infraestructura aérea”.
Aeropuertos de primera y de segunda
El informe destaca que todas estas inversiones excluye a los aeropuertos no concesionados, "que paradójicamente se denominan Grupo B", señala y desliza: "Pareciera que son considerados aeropuertos de segunda”.
El sistema nacional de aeropuertos está integrado por 57 aeropuertos distribuidos en todo el país. Los mismos se dividen en dos categorías principales. El Grupo A comprende los 35 aeropuertos que fueron concesionados en 1998 a la empresa Aeropuertos Argentina 2000 S.A.
Por su parte, el Grupo B incluye a los restantes 22 aeropuertos del SNA, que son administrados por entes públicos provinciales/ municipales u otros concesionarios privados. En este segundo grupo se encuentran aeropuertos relevantes operados fuera del contrato principal, como el Aeropuerto Internacional de Rosario, Ushuaia, El Calafate, entre otros.
>> Leer más: El aeropuerto de Rosario cierra hasta diciembre por obras y reabrirá con récord de vuelos internacionales
Tras la renegociación de los contratos de concesión de los aeropuertos del Grupo A, el Estado Nacional estableció un fideicomiso para financiar las inversiones en infraestructura aeroportuaria en todo el país. Mediante el Decreto 1799 del año 2007, se estableció la obligación del concesionario de destinar el 15% de sus ingresos brutos a este fondo destinado a potenciar a las terminales.
aeropuerto vacio
Sebastián Suárez Meccia / La Capital
Según destaca el trabajo de la fundación, "el espíritu detrás de la creación del fideicomiso indica que los aeropuertos más rentables contribuyan a solventar obras en los aeropuertos más deficitarios o con menor tráfico y menor ingreso, garantizando así un desarrollo equilibrado a nivel federal". Y así lo confirman distintas normativas del organismo.
Considerando los ingresos totales declarados por el Concesionario para el año 2024, el Fideicomiso recaudó aproximadamente 149,5 millones de dólares, de los cuales el 11,25% considerando la deducción de ANSES, representan 78,35 millones de dólares de fondos líquidos para obras.
El caso de Rosario
El trabajo advierte que "el Aeropuerto Internacional de Rosario es un caso testigo para analizar la situación de los aeropuertos no concesionados por el Estado Nacional. Su gestión está a cargo de un ente público provincial y no está incluida en la concesión principal de los 35 aeropuertos diseñada en la década del 90.
Con fondos provinciales, desde el año 2019 se desarrolla la nueva terminal que se adaptará para vuelos internacionales y de cabotaje y que prevé la incorporación de dos mangas. Las obras que se encuentran en ejecución durante el año 2024 y lo transcurrido del 2025, no se incluyó un solo peso destinado a alguno de estos aeropuertos.
La caída de la licitación para la reconstrucción de la pista, también implica una pérdida de financiamiento federal que asciende a 15 millones de dólares.
El trabajo destaca que el fideicomiso creado para el fortalecimiento del sistema debería adecuar la aplicación de sus fondos contemplando los aeropuertos del Grupo B. De lo contrario, debería diseñar una nueva estructura legal que se adecue la aplicación real de los fondos.
“El fideicomiso fue creado con un espíritu federal: que los aeropuertos más rentables aporten recursos para sostener y desarrollar a los que necesitan inversiones. Si bien se invierten fondos en todo el país, resulta necesario crear un nuevo esquema que elimine arbitrariedades y de certidumbre a todos los actores del Sistema Nacional de Aeropuertos, bajo la forma de un plan participativo y plurianual de obras para financiar este tipo de inversiones ”, destaca Bergmann.
Y destaca que “la discusión sobre como financiar obras de infraestructura es de vital importancia para Rosario la región, tiene su fundamento en el federalismo y en lo que generamos desde aquí".