En las casas argentinas ya se comienza a palpitar la llegada del Año Nuevo. Esta fecha especial es una de las más esperadas, aunque no comienza simultáneamente en todos los países, debido a las diferencias en los husos horarios. De hecho, mientras en Argentina algunos recién se levantan de la cama, ya muchas personas celebran el año entrante alrededor del mundo.
Kiribati fue el primer lugar del planeta en recibir el 2026. Esta nación insular está ubicada en la zona central del Océano Pacífico, al noroeste de Australia. Debido a su posición geográfica en el mapa, en el extremo oriental del mundo, se convierte en el debutante del cambio de fecha a nivel global.
Además, dentro de esta nación se encuentra la Isla de Navidad, también conocida como Kiritimati. Este arrecife de coral ocupa el 70% de la superficie total de Kiribati, con un área total de 388 kilómetros cuadrados.
El islote, conformado por 33 islas de las cuales solo 20 están habitadas, se compone de playas paradisíacas junto a reservas naturales, factores que motivan a extranjeros a visitar la región y experimentar la llegada de esta celebración especial.
La religión predominante entre sus habitantes es el cristianismo y celebran comunitariamente el comienzo del año calendario, con llamativos festejos vistos por todo el mundo.
Por otro lado, Nueva Zelanda fue el segundo país en festejar Nochevieja. Con una población total de más de cinco millones de habitantes y un territorio cercano a los 270.000 km cuadrados, el país oceánico acostumbra a cautivar a todo el mundo con sus impresionantes fuegos artificiales sobre sus impresionantes infraestructuras.
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Cuáles es el último país en celebrar Año Nuevo
El punto más tardío del planeta en recibir el Año Nuevo también se ubica en Oceanía. Se trata de Samoa Americana, un territorio insular del Pacífico Sur que, por su ubicación geográfica, se despide del 31 de diciembre mucho después que el resto del mundo.
Este archipiélago funciona bajo el huso horario UTC-11, lo que retrasa la llegada del nuevo año respecto de casi todos los países. Mientras millones de personas ya celebran el inicio del calendario gregoriano, los habitantes este país oceánico todavía transitan las últimas horas del año que termina.
La diferencia se vuelve más llamativa al compararla con Kiribati, el primer país en recibir el 2026: entre ambos existe un desfase de 25 horas, pese a que los separan apenas unos 1.000 kilómetros, una distancia que un vuelo comercial cubre en poco más de una hora.