Unos 60 millones de niños latinoamericanos no tienen acceso a agua potable en sus vivienda, según alertó ayer la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).
Unos 60 millones de niños latinoamericanos no tienen acceso a agua potable en sus vivienda, según alertó ayer la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).
La situación más crítica aflige a los menores de 5 años. De ellos, unos 21 millones carecen de abastecimiento de agua adecuado, lo que explica la mortalidad y enfermedades que afectan a este grupo en la región, según la Cepal.
En las zonas rurales, seis de cada diez infantes menores de cinco años carecen de este derecho, dijo ayer el organismo.
Algunos de los países más afectados son Nicaragua, Honduras, Bolivia y México, debido a las altas tasas de natalidad que presentan aún los hogares pobres en esas naciones. Asimismo, casi la mitad de la población entre 0 y 18 años no tiene acceso a saneamiento o alcantarillado, lo que complica su situación sanitaria.
En Bolivia, El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua y Paraguay la cifra se eleva a dos de cada tres infantes y adolescentes.
En cifras, los niños pobres son hoy más que en 1980, según un estudio del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) titulado "La pobreza infantil en América Latina".
En tanto, la FAO estima de hecho que unos 30 millones de niños sufren hambre en la región y que de ellos unos nueve millones están desnutridos.
En Brasil, no obstante, la situación mejoró los últimos años con las políticas asistenciales impulsadas por el gobierno, según estudios de Unicef y la Cepal.
La mayor paradoja es que el alza de la pobreza infantil se mantiene desde 1990, período que coincide con una fase de recuperación económica de la región acompañada por mayores coberturas de salud y educación.
Los países que redujeron la pobreza infantil en ese lapso fueron Nicaragua, Perú, Paraguay y Chile. Este último país inauguró este año un sistema de protección a la infancia, para velar por el desarrollo integral de los niños.
Las carencias de los niños se vinculan con la mayor presencia de hogares pobres dirigidos por mujeres, los que ya suman un tercio del total.
La mitad de los pobres latinoamericanos son menores de 18 años y la mitad de los niños son pobres, según la Cepal. A futuro la mitad de los ciudadanos de esta zona del mundo habrá vivido en carencia una vez en su vida. l (Télam)
Entre el desarrollo y la inequidad
La pobreza y la indigencia se redujeron en América latina en 2007, año en que por primera vez en décadas sólo uno de cada tres habitantes del subcontinente enfrentó hambruna o carencias sociales, según cifras oficiales.
En la actualidad, unos 190 millones de latinoamericanos son pobres y de ellos 69 millones no pueden alimentarse diariamente, según los especialistas de las organizaciones internacionales.
Esta inédita caída abrió las esperanzas para que otras 100 millones de personas dejen este flagelo antes de 2015, según estimaciones de este organismo de Naciones Unidas.
A raíz de la inequidad, el diez por ciento más rico de la población acapara entre un 30 y un 50 por ciento del ingreso de los hogares.
En Argentina. El Centro e Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento indicó que en Argentina, más de 8 millones (23 por ciento) de habitantes no tienen red de agua potable, mientras que más de 21 millones (57,5 por ciento) no cuentan con desagües cloacales.
Las provincias más empobrecidas y con mayor mortalidad resultaron ser las menos beneficiadas en la extensión de la provisión servicios.