Nada de juguetes coloridos ni desorden en el living, para las “Sad Beige Moms” todo es calma, neutralidad y organización. Un repaso por este particular fenómeno
Una imagen de la revista People, que investigó la tendencia de las Sad Beige Moms.
Las redes sociales se convirtieron en el escenario ideal para que cualquier cosa se vuelva tendencia: una persona, una rutina de ejercicios, una coreografía, una receta, un meme sin sentido o un estilo de vida. Y aunque muchas veces estas tendencias parecen dirigidas a adolescentes y jóvenes, también alcanzan a los adultos.
En este caso, una nueva moda está capturando la atención de mujeres que ya son madres o están por serlo: el fenómeno de las “Sad Beige Moms”, o “Madres Tristes Beige”. En plataformas como TikTok, Pinterest, Instagram y X, empezó a tomar fuerza una forma de vivir y criar basada en la estética monocromática y minimalista, donde el color protagonista es, justamente, el beige.
Lo que al principio fue solo una tendencia en decoración pronto se convirtió en una filosofía de vida que privilegia la armonía visual, la simplicidad y el orden. Nada de juguetes coloridos ni desorden en el living. Tampoco hay dibujos pegados en la heladera, ni rastros de crayones o acuarelas vibrantes. Para las “Sad Beige Moms”, todo se resume en orden, tonos neutros y ambientes perfectamente organizados.
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La filosofía de las Sad Beige Moms propone una forma de crianza en la que predomina una estética sobria y minimalista. Esta tendencia se refleja en todos los aspectos del entorno infantil: desde la decoración de los cuartos hasta la ropa y los juguetes de los más chicos. Los colores que dominan son los neutros, como el beige, el blanco y distintos tonos tierra.
Cuando aparecen colores como el rosa, el verde o el azul, se presentan en versiones suaves, apagadas o pastel, evitando cualquier tonalidad saturada o estridente. En definitiva, se trata de un universo visual donde los colores vibrantes prácticamente no tienen lugar y con la paleta de colores se busca busca transmitir serenidad, orden y armonía.
La tendencia de las Sad Beige Moms surge como una extensión de una corriente estética más amplia: la beige aesthetic. En plataformas como TikTok, Pinterest e Instagram comenzó a ganar popularidad un estilo visual y de vida que privilegia los tonos neutros, cálidos y apagados, especialmente el beige. Esta estética abarcaba desde la decoración y la ropa hasta el maquillaje.
Con el tiempo, fue adoptada por mujeres que están por convertirse en madres o que ya lo son. Así, el beige aesthetic evolucionó hacia una forma de maternidad visualmente cuidada, donde los preparativos para la llegada del bebé como la decoración del cuarto, la elección de juguetes o la ropa se alinean con esa misma paleta suave y monocromática.
Ahora bien, el término Sad Beige Mom fue acuñado en diciembre de 2023 por la creadora de contenido Hayley DeRoche. Desde entonces, el concepto se volvió viral: objeto de deseo para algunas, motivo de crítica para otras, y un fenómeno digno de análisis para muchos.
De esta forma, poco a poco, otras influencers madres comenzaron a adaptar a esta moda. Uno de los ejemplos más comentados es el video de Nattie Jo Powell, en el que se ve cómo pinta con aerosol el arbolito de Navidad de juguete de su hija en tonos opacos.
Como ocurre con toda tendencia, el fenómeno de las Beige Moms no tardó en trasladarse al mercado. Cada vez más tiendas de ropa, accesorios y productos para bebés y niños se adaptan a esta estética y ofrecen, en su mayoría o únicamente, artículos en tonos beige, tierra o pastel. El universo infantil se va tiñendo, cada vez más en una paleta neutra y desaturada.
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La tendencia de las Beige Moms generó opiniones divididas y no está exenta de críticas. Mientras algunos la defienden como una simple elección estética o un estilo visual que transmite calma, orden y serenidad, otros cuestionan su impacto en la crianza.
Estos últimos sostienen que este enfoque minimalista priva a los niños de la estimulación sensorial que brinda el color. Señalan que una estética tan austera podría limitar la creatividad, la curiosidad y la exploración visual, aspectos fundamentales en el desarrollo infantil. Aunque para algunos el beige transmite elegancia y armonía, para otros representa una visión poco lúdica del mundo infantil.
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