Cientos de irritados napolitanos bloquearon ayer vías de trenes, lanzaron piedras a la policía y
volcaron vehículos en protesta contra los planes de abrir un vertedero para lidiar con la larga
crisis de basurales que sufre la ciudad italiana. Desde hace años montones de basura se apilan en
las calles de Nápoles debido a la mala gestión y la corrupción, mientras sus vertederos también se
llenan.
Las autoridades están tratando de reabrir un viejo basurero en las
afueras de la ciudad del sur de Italia que fue clausurado en 1996. Los residentes temen que dañe su
salud y alrededor de 150 personas bloquearon la entrada al vertedero para evitar que los camiones
que llevan materiales de construcción ingresaran. Finalmente se lo permitieron cuando intervino la
policía.
Varios días. Los manifestantes, que comenzaron a movilizarse esta semana, también
volcaron tres pequeños vehículos con tres ruedas mientras otros lanzaron piedras a la policía. Dos
personas resultaron con heridas leves. Otro grupo de manifestantes se situó en las vías de un tren
en las afueras de la ciudad, obligando a algunos convoyes a tomar rutas alternativas, dijo la
policía.
Los residentes han visto cómo se quemaban las pilas de basura en las
calles y 80 de aquellos focos tuvieron que ser apagados por los bomberos durante la noche,
informaron las autoridades contra incendios.
La alcaldesa de Nápoles Rosa Russo Iervolino pidió a los vecinos que
mantengan la calma al acumularse la maloliente basura en la ciudad.
Desde el 21 de diciembre que los recolectores de basura no realizan sus
labores en Nápoles, pues faltan sitios para descargarlos.
Los residentes han comenzado a quemar la basura, y eso cubre la ciudad
con una espesa nube de humo.
La alcaldesa dijo que estaba haciendo un llamado a la calma a “la
abrumadora mayoría” de ciudadanos de la urbanización de Pianura, donde se han reanudado
labores para reabrir un vertedero de basura cerrado desde hace mucho tiempo por cuestiones
sanitarias.
Las autoridades culpan de la crisis sanitaria a la ineficaz burocracia
napolitana, así como a la infiltración de los servicios de recolección de basura por parte de
organizaciones mafiosas.
El presidente Giorgio Napolitano dijo que estaba “alarmado”
por la situación y pidió a las autoridades que resuelvan el problema a la mayor brevedad.
(AP)