Investigadores israelíes consiguieron un logro sensacional: hacer germinar una semilla de unos 2.000 años de antigüedad del palacio de Herodes y que creciera de ella una palmera datilera.
Investigadores israelíes consiguieron un logro sensacional: hacer germinar una semilla de unos 2.000 años de antigüedad del palacio de Herodes y que creciera de ella una palmera datilera.
De la semilla, llamada Matusalén por los científicos en homenaje al hombre bíblico más viejo, surgió en 26 meses una planta de 1,20 metro de altura. Ahora los expertos la presentan en la revista especializada estadounidense Science (Vol. 329, pág. 1.463) de hoy.
"Matusalén es la semilla germinada más antigua del mundo", afirmó la directora del estudio, Sarah Sallon.
Las semillas habían sido encontradas en los años 60 en la fortaleza desértica de Masada, construida por Herodes, y guardadas desde entonces a temperatura ambiente.
Sallon, que dirige un centro de medicina natural en el Hospital Hadassah de Jerusalén, consiguió convencer a los arqueólogos tras "pedírselo durante mucho tiempo" de que le dejaran algunas semillas para su experimento. El equipo sembró el 19 de enero de 2005, en el año nuevo judío dedicado a los árboles, tres semillas de dátil, de las que una germinó, para gran alegría de los científicos.
A Sallon le interesa sobre todo comprobar si esta antigua especie de palmera datilera realmente tiene propiedades curativas, tal como se le atribuía en la antigüedad. "Se suministraban en casos de vómitos de sangre, lo que implicaba tuberculosis, así como en casos de problemas de estómago y de diarreas". También se la usaba a menudo para tratar tumores e infecciones. No se sabe todavía si Matusalén es hembra o macho, algo que sólo se podrá comprobar en tres o cuatro años. "Si es una palmera hembra se la podría fecundar con el polen de una palmera moderna masculina", explica Sallon. Otra posibilidad es tratar de criar una palmera macho de otras semillas antiguas.
Cinco mil años. Hace cinco mil años los habitantes de Babilonia aprendieron a fecundar datileras hembra con polen de las macho, untándolo a mano sobre las flores. De forma natural el viento transporta el polen.
"Las palmeras datileras judaicas, llamadas también árbol de la vida, formaban hace dos mil años densos bosques que llegaban desde el lago Genezareth en el norte hasta el mar Muerto en el sur", según Sallon.
Después del aplastamiento del levantamiento judío por los romanos en el siglo I después de Cristo, las plantas fueron abandonadas a un estado salvaje y se extinguieron.
"Para la época de las cruzadas ya no quedaba casi nada de las plantaciones". Las palmeras actuales de Israel proceden de Marruecos, Egipto e Irak.
Sallon señaló que Matusalén está sana, aunque algunas de sus hojas muestran puntos blancos. Análisis hechos con radiocarbono por la Universidad de Zurich a las semillas que no germinaron, así como al folículo de la palmera que se desarrolló, permitieron establecer que tienen unos 2 mil años.
El récord de Matusalén. Con ello, Matusalén rompió el récord de 1.300 años establecido antes por una semilla de loto germinada. En las culturas antiguas, la palmera datilera era un símbolo de la inmortalidad y por eso se colocaba como ofrenda en las tumbas de los egipcios. Con la "resucitación" sorprendente de la semilla, los científicos le han dado nueva credibilidad a esta tradición.