En solo tres meses, la Lotería de Santa Fe detectó más de 40.000 apuestas online realizadas por menores de edad en plataformas clandestinas. La investigación derivó en una causa penal contra siete directivos de la empresa Transfero Pagos, acusada de operar sin control y de facilitar el acceso al juego ilegal
El director legal de Lotería, Javier Signorini, confirmó, en diálogo conLT10, que la pesquisa permitió detectar un flujo de apuestas entre junio y agosto de 2024, a través de la empresa Transfero Pagos, cuyos directivos —dos brasileños y cinco argentinos— fueron imputados por facilitar el acceso de menores a plataformas ilegales.
“El número es altísimo, pero lo más grave es que sabíamos que esto estaba pasando. Lo que antes era impensable —ver a un chico entrando a un casino— hoy sucede desde un teléfono celular y sin control”, advirtió Signorini.
Un fenómeno silencioso
Según el funcionario, el problema crece por la facilidad de acceso y la dificultad de control. “Los chicos apuestan sin que los padres lo sepan. Se trata de una adicción sin sustancia, una adicción invisible. Nos enteramos cuando ya hay deudas y conflictos familiares”, alertó.
La investigación permitió identificar 385 sitios web ilegales que operaban en la provincia, algunos de los cuales utilizaban menores como “cajeros”: jóvenes que cargaban créditos a los apostadores mediante transferencias o compras en línea.
“Estos cajeros son los nuevos punteros del juego ilegal. Pueden ser mayores o menores de edad. Les permiten abrir usuarios y cargar dinero a terceros sin pedirles ningún dato. Cuando el casino no paga los premios, los jugadores terminan reclamándoles a ellos, lo que genera situaciones de violencia”, explicó Signorini.
Una persecución compleja
El funcionario reconoció que la naturaleza digital del delito dificulta su persecución: “Las páginas están alojadas en paraísos fiscales como Malta o Curazao, y los operadores se reinventan constantemente. Aún con fallos judiciales favorables, es un trabajo arduo”.
Sin embargo, destacó que la visibilización del problema comenzó a dar resultados: “Gracias a las denuncias, a la intervención de la Justicia y al acompañamiento de los medios, hoy la sociedad distingue con más claridad entre el juego legal, controlado y responsable, y el juego ilegal que permite apostar a menores”.
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Influencers y fútbol: el otro frente
Signorini también se refirió al rol de los influencers y streamers que promocionan casinos ilegales. “Hubo un momento en que casi todos hacían campañas invitando a apostar. Pero con las causas judiciales abiertas y las imputaciones en Buenos Aires, muchos frenaron. Incluso se obligó a algunos a grabar videos alertando sobre los riesgos del juego en menores. Eso generó conciencia”, valoró.
Otro tema sensible es la publicidad de las casas de apuestas en el fútbol argentino, actualmente en debate en el Senado. Para Signorini, prohibir completamente la publicidad puede ser contraproducente:
“Si se prohíbe la difusión del juego legal, se le deja el terreno libre al ilegal. Lo que hay que hacer es regular, no eliminar. En Santa Fe, por ejemplo, las publicidades legales deben incluir la advertencia «prohibido para menores de 18 años», incluso en las camisetas de los clubes rosarinos”, explicó.
Una alerta dentro de casa
El director legal de Lotería insistió en que el fenómeno exige un abordaje integral y familiar: “Esto puede estar pasando en nuestra casa. Los chicos apuestan desde su celular y los padres muchas veces no lo saben. La ludopatía digital es una adicción sin rastros visibles, y cuando se descubre ya hay endeudamiento y angustia. Por eso hay que encender todas las alarmas”.